Cuando preparo esta salsa de tomate casera siempre aprovecho para hacer mucha cantidad. Por supuesto puedes preparar menos.

Solo tienes que dividir las cantidades proporcionalmente, pero yo prefiero prepararla y conservarla en tarros de modo que luego siempre tengo salsa disponible para todo. Sobre todo para las cenas improvisadas de mi hijo.

En casa mi madre siempre hacía la salsa de tomate casera y desde pequeña me acostumbré a su sabor y su textura, y su aroma. Hasta tal punto que era capaz de saber cuándo estaba haciendo salsa de tomate casera solo con entrar en casa, Ese día siempre faltaba pan porque a todos nos encantaba mojar. Mi plato favorito arroz blanco con huevo frito y salsa de tomate casera de mi madre. Me rechifla el tomate bien trabado, espesito que casi hay que comer con tenedor.

Así que como podéis imaginar la salsa de tomate nunca falta en casa. esta de hoy es la que más repito. Una receta sencilla que se hace casi sola porque lo único que necesita es tiempo y mucho cariño, y de eso en la cocina nunca falta. espero que os guste tanto como a nosotros.

Ingredientes

  • 5 kg de tomates – no uso nunca una sola clase. me gustan los de rama, los de pera y algunos raf
  • 100 ml de aceite de oliva virgen extra
  • 4 dientes de ajo muy picados
  • 2 cebollas grandes muy picadas
  • 1 cucharadita de sal
  • media cucharadita de azúcar
  • una cucharadita de orégano seco
  • un manojo de albahaca fresca

Preparación

Pelar y quitar las pepitas de los tomates. PIcar lo más posible y reservar

En una cacerola grande poner el aceite a calentar con los ajos muy picados. es importante que estén lo más finamente picados posible.Igual que la cebolla.

Dejar freír suavemente los ajos en el aceite hasta que estén dorados. Añadir entonces la cebolla finamente picada lo más pequeña que os sea posible (pero a mano no con picadora porque pierde mucho agua y el sabor de la salsa no es igual).

Cuando la cebolla esté blanda, añadir los tomates picados y freír a fuego medio alto durante un par de minutos hasta que le tomate se caliente.

Bajar entonces el fuego a medio-bajo y añadir el orégano, la sal, el azúcar y la albahaca cortada en trozos con las manos. Dejar freír suavemente el tomate durante al menos 45 minutos moviendo de vez en cuando. Podemos tapar pero cuidando que no quede completamente tapado. Queremos que el tomate se fría y vaya evaporando agua al mismo tiempo para que nos quede una salsa de tomate espesa.

Pasado este tiempo la salsa de tomate estará lista pero dependiendo del agua que tengan los tomates es posible que necesitemos algo más de tiempo. Quitar las hojas grandes de albahaca y embotar: con ayuda de un embudo rellenaremos nuestros tarros esterilizados, tapamos y dejamos enfriar fuera de la nevera antes de enfriarlos o congelarlos.

Para esterilizar los tarros, lo más fácil es usar el microondas. lavar bien los tarros. dejar medio dedo de agua en cada uno y calentar a potencia máxima durante un minuto en el microondas. mientras tanto en un cazo con agua hervir las tapaderas durante un par de minutos. rellenarlos con la salsa de tomate casera y ya tengo mi tomate frito favorito para las próximas semanas listo para usar

 

Trucos y consejos

  • Cuando más rojos y maduros estén los tomates más tiempo tardará en espesar la salsa pero más rica estará y más bonito será el color
  • Aromatiza la salsa de tomate casera con tu hierba favorita: romero, tomillo, menta…
  • Tiempo de preparación: 1 hora
  • Dificultad: fácil
  • Raciones: 6 tarros de medio litro

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