Esta es la mejor granola casera que he probado, y que se ha convertido en un fijo en mis desayunos en casa. El final del año y el comienzo de 2017 no ha sido en mi caso ni el mejor ni el soñado.

Un par de días antes de Nochebuena empecé a encontrarme mal, y después de varios días, terminé ingresada en el sanatorio porque un virus que yo he llamado k-k, me afectó el hígado.

Desde entonces, estoy cuidándome más que nunca la alimentación para ayudar a que los parámetros vuelvan a la normalidad: comida muy sana que además ha hecho que mi operación bikini se haya adelantado.

Así que no puedo tomar grasas ni especias (¡cómo las echo de menos!), evitar harinas blancas y en general los alimentos procesados. Pero eso no significa que no coma rico, solo que de manera distinta. Y así he llegado a la mejor granola casera que he hecho ya varias veces y que se ha convertido en un placer que ¡no habría descubierto de no ser por el virus!

Y para muestra un botón. La comida del día que más me gusta es el desayuno, porque puedes comer lo que quieras que no te engorda ya que las calorías las pierdes conforme avanza el día.

Sí, esta granola es potente, y tiene calorías, no te voy a engañar, pero es la mejor granola casera y me da mucha energía, toda la que necesito para compensar esta dieta que me está poniendo una cara estupenda. Y es que mientras a mi me gusta tomarla con yogur y fruta fresca, a mi hijo le gusta con leche.

Tiene avena ecológica, nueces, avellanas, pipas de calabaza y semillas de chía, aceite de coco y sirope de arce, y por supuesto un toque de vainilla que la hace diferente, y puedo asegurar que todo el que la ha probado, y han sido varios, ha caído rendido a sus pies. Es dulce, crujiente y con un sabor delicioso. Y además tiene dos opciones con o sin cacao.

Así que a cuidarse y a disfrutar de la mejor granola casera que vas a probar y que harás tuya desde hoy seguro

Ingredientes

  • 400 g de copos de avena ecológicos
  • 35 g de semillas (pipas) de calabaza
  • 20 g de semillas de chia
  • 30 g de nueces pecanas o normales
  • 25 g de avellanas troceadas
  • 3 cucharadas de coco rallado
  • un pellizco de sal
  • 120 ml de sirope de arce o de miel
  • 120 ml de aceite de coco o aceite vegetal (podéis usar la que queráis incluso de oliva, pero yo prefiero usar el de coco porque me encanta el sabor que le da)
  • 1 cucharada de extracto puro de vainilla
  • 2 cucharadas de cacao puro (opcional)

Preparación

1 Preparar todos los ingredientes. Si el aceite de coco está espeso calentar un poco para que se derrita. Reservar.

2. En un bol grande mesclar los copos de avena con los frutos secos, el coco rallado, las semillas y la sal. Mezclar bien.

3. Añadir el aceite de coco y el sirope de arce y mezclar hasta que todos los ingredientes estén bien mezclados y cubiertos de aceite y sirope.

4. Dividir la mezcla en dos boles y añadir a uno de ellos el cacao en polvo. Mezclar bien.

5. Sobre una plaza de horno colocar un papel de hornear. Volcar la mezcla de avena y con ayuda de una cuchara aplanar lo más posible cubriendo toda la superficie. Si hemos preparado una parte con cacao, mantendremos en una parte de la placa la de cacao y la otra en el otro extremo, separadas para que luego podamos conservarla por separado. Hornear durante unos 20 minutos a 175º.

6. Dejar enfriar completamente y romper en trozos.

Trucos y consejos

  • Podéis añadir fruta seca como arándanos secos, orejones o pasas
  • Usar miel en lugar de sirope de arce
  • Dificultad: fácil
  • Tiempo de preparación: 25 minutos
  • Raciones: 12

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