La salsa margarita es la gran desconocida de la pasta italiana, ya que la que nos llega a nosotros es una versión bastante descafeinada. La pasta es una de mis pasiones, y por tanto uno de los platos que más cocino en casa. Hacer pasta casera es una trabajera (las mammas y nonnas italianas, al igual que nuestro ritual para cocinar la paella de los domingos, dedican horas y horas preparando pasta para la comida familiar) sobre todo si la máquina corta pasta no tiene motor como la mía (está en la lista de los Reyes Magos ya), pero en cualquier caso, es algo que me relaja y sobre todo, una vez que te acostumbras a la pasta fresca, la marcha atrás a la pasta de sémola dura, se hace muy difícil.

Las salsas que más me gustan para acompañar este tipo de pasta fresca, son las salsas muy naturales y suaves, donde los ingredientes se saborean y no son de sabores tan fuertes como para restar protagonismo a la pasta.

Con esa filosofía llegue a esta salsa. Se trata de la inventada en honor de la reina Margarita Teresa de Saboya en el Siglo XIX y que fue creada como ingredientes de una pizza dedicada a la reina, dicen, por que no soportaba el ajo. Yo lo único que he hecho es darle mi toque, trasladarla a una pasta, exactamente igual que uso el pesto genovés en pizzas.

La salsa margarita Es fácil tanto en los ingredientes como en el proceso, pero deliciosamente ligera, natural y sabrosa. ¡Un tándem perfecto para la pasta fresca! ¡A disfrutarla!

Preparación