Patatas a la importancia con marisco. La navidad con el sabor más rico

Estas patatas a la importancia con marisco es una de las recetas estrella de los domingos en casa. A mi hijo le gustan más con carne pero a mi con pescado o con marisco me parecen brutales.

Es una plato muy fácil de preparar aunque no os voy a engañar y hay que tener paciencia porque es elaborado. Os promero que la recompensa es un plato con un sabor de 10 que hará felices a todos los que se sienten a vuestra mesa.

Hay quien primero cuece las patatas para luego freírlas. En casa las freímos del tirón y queda riquísimas muy blandas pero muy jugosas a la vez y sobre todo connuna sabor a mar increíble.

Ingredientes

6 patatas nuevas de tamaño mediano

Para el caldo

1 kg de mejillones
4 hojas de laurel
medio limón
Un vaso de agua
Un vaso de vino blanco
3 dientes de ajo
Media cebolla
6 gambas rojas
300 g de gambas blancas
6 cigalas
4 cucharadas de tomate frito casero o tomate trituradoPara las patatas

Para las patatas

4 dientes de ajo muy picados
3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
1 bandeja de ajetes frescos
1/2 puerro picado
1 cebolleta picada
1 tomate rallado
1 cucharadita de pimentón dulce
unas hebras de azafrán
150 ml de vino blanco
6 patatas, 2 huevos
4 cucharadas de harina

Preparación

En una cacerola ponemos un vaso de agua y otro de vino blanco a hervir con 2 hojas de laurel y dos rodajas de limón. Cuando rompa a hervir añadimos los mejillones y esperemos a que se abran. Colamos y reservamos el caldo. Limpiamos los mejillones y los preparamos para un picoteo (no lo usamos en la salsa).

Para preparar el caldo, en la misma cacerola seca, añadimos los dientes de ajo muy picados en el aceite de oliva y dejamos dorar.

Reservamos 3 gambas rojas y 3 cigalas para decorar. Pelamos las gambas blancas, las gambas rojas y cigalas restantes reservando los cuerpos en un plato para después. Añadimos las cascaras y las pinzas de las cigalas, las cáscaras de las gambas rojas y blancas y con ayuda de una cuchara de madera las aplastamos y dejamos que se doren. Añadimos el tomate frito y movemos bien. Añadimos el agua de cocer los mejillones y media cebolla sin piel. Añadimos dos hojas de laurel y dejamos que hierva moviendo de vez en cuando.

Colamos el caldo y reservamos en un bol.

Ahora preparamos la salsa de las patatas. En una cacerola baja ponemos el aceite y los ajos muy picados a dorar. Añadimos los ajetes picados y salteamos ligeramente. Añadimos una cebolleta y un puerro picados y dejamos saltear a fuego medio hasta que la verdura esté blanda y dorada.

Añadimos el tomate rallado, el azafrán y el pimentón y damos una vueltas hasta que el tomate esté bien frito. Agregamos el vino blanco y dejamos hervir. Ahora es el turno del caldo (unos 350 ml). Dejamos hervir hasta que el caldo espese un poco. Pasamos a un vaso de batidora y trituramos hasta conseguir un puré liso y reservamos.

pelamos y cortamos las patatas de unos 4 ml de grosor. Salamos ligeramente las patatas y las pasamos primero por harina y luego por huevo batido y las freímos en abundante aceite hasta que estén bien doradas.

En la misma cacerola donde hemos preparado la salsa, ponemos las patatas fritas. Añadimos la salsa a la cacerola y cubrimos con ella las patatas. Cortamos las gambas en trocitos pequeños y las ponemos encima de la salsa. Dejamos que hierva suavemente tapado para que las patatas cojan todo el sabor de la salsa.

Colocamos encima las tres gambas rojas que habíamos reservado y las tres cigalas que quedaban. Tapamos y dejamos que se cocinen lentamente.

Servimos con un poco de perejil fresco picado

Trucos y consejos