Bangkok, capital de Tailandia es el epicentro turístico de Asia por excelencia, la España asiática. La verdad es que nunca me ha defraudado, ni la capital Bangkok, ni la interminables costas e islas que la rodean. ¡Es una pasada!.
En mi opinión es el país perfecto si se visita por primera vez el continente asiático. Y e que su cultura, su gastronomía, la espiritualidad, y su gente hacen que sea un país perfecto para adentrarnos en este continente que tanto me gusta y al que nunca me canso de volver.
Bangkok tiene más de 8 millones de habitantes y es una ciudad vibrante a la par que encantadora, caótica pero relajante. Tiene algunos de los templos y palacios más ricos y coloridos del país.
La primera vez que vi una fotografía del Palacio Real yo tendría unos 10 años. Recuerdo perfectamente el impacto que me causaron sus tejados: verdes y naranjas, tan bien alineados, perfectamente deseñados y con unos colores increíblemente bonitos. Mis padres acababan de volver de su primera visita a la ciudad y justo habían recogido las fotografías reveladas. Me prometí que algún día lo visitaría, y así ha sido tres veces ya.
Os hablo del Gran Palacio, un deslumbrante complejo de edificios que se comenzaron a construir en el siglo XXVIII y no se culminó hasta mediados del XX, cuando dejó de ser sede de la residencia del monarca. Estupas y esos techos puntiagudos que me enamoraron la primera.
Está atravesada por el río Chao Phraya, que lleno de barcos y barcazas, alimenta su red de canales y pasando por el distrito real de Rattanakosin, donde se encuentra el Gran Palacio y su templo sagrado Wat Phra Kaew.
Cerca de allí, se ubica el templo Wat Pho, con un enorme Buda inclinado. Pero el templo que más me gusta visitar una y otra vez cada vez que visito la ciudad es sin duda el que está en la orilla opuesta, el templo Wat Arun, con sus empinados escalones y su chapitel de estilo Khmer.
MIs recomendaciones:
Hotel Banyan Tree y su restaurante Vértigo. El Hotel es de arquitectura contemporánea, de concepto limpio e impecable, pero el restaurante es de los pocos en el mundo que por más que te lo cuenten, no llegas a imaginarlo. Unas vistas impactante de la ciudad, y una comida increíble. El sitio no es barato pero merece la pena cada dolar que gastarás en él.