Esta tarta de queso con chocolate blanco y lavanda es una sorpresa cada vez que la hago. Se trata de una tarta de queso que de entrada está deliciosa por el queso y el chocolate blanco, pero que además tiene un sutil sabor a lavanda que sorprende a todo el mundo. Es muy original y delicada y a mi me encanta.

Es una receta que me recuerda mucho a la Provenza francesa y a sus campos plagados de lavanda. Kilómetros y kilómetros de campos morados y malvas con un olor delicioso. Aunque he de deciros que la tarta tiene más de inglesa que de francesa ya que son ellos, los ingleses, los que más se animan a preparar bizcochos, magdalenas y cremas inficionados con lavanda.

El sabor es muy sutil porque se trata de infusionar con lavanda uno de los ingredientes. No se ponen las semillas ni se trituran. Simplemente se infusionan, igual que podemos hacer con la menta, la manzanilla o el romero. Un toque diferente para una tarta que te sale deliciosa sí o sí.

 

Tarta de lavanda 2 (1 de 1)

Tarta de lavanda 7 (1 de 1)

Tarta de lavanda 3 (1 de 1)

Tarta de lavanda 1 (1 de 1)

Tarta de lavanda 8 (1 de 1)

 

Ingredientes

Para la base:

  • 100 g de mantequilla derretida 0,35 €
  • 400 grs de galletas de avena pulverizadas 0,50 €
  • 50 ml de leche

Para el relleno:

  • 200 ml de nata líquida 0,15 €
  • 5 cucharadas de lavanda seca 0,20 €
  • 290 g de chocolate blanco 1,00 €
  • 3 cucharadas de leche 0,15 €
  • 700 grs de queso crema tipo Philadelphia 2,50 €
  • 250 grs de queso mascarpone 1,30 €
  • 1 lata pequeña de de leche condensada 0,35 €
  • 4 huevos 0,40 €

Para la cobertura de chocolate blanco

  • 200 g de chocolate blanco 1,50 €
  • 50 ml de nata líquida 0,25 €
  • 50 g de mantequilla 0,24 €
  • unas gotas de colorante violeta y rosa (opcional) 0,15 €

Total 8,30 €, es decir, 0,69 € si la repartimos entre 12 generosas raciones. Inmejorable de precio para una tarta fina y original y que además es preciosa.

Para hacer esta tarta usé un nuevo molde de Tala que se ha convertido en mi favorito. Se trata de un molde desmontable redondo de 25 cm que tiene un material antiadherente fantástico y que hace que los bizcochos y tartas no se peguen al hornearse.

El secreto es una doble capa de material antiadherente que hace que el resultado sea fantástico independientemente de lo que estés horneando, y además es muy resistente lo que hace que no se arañe al usar utensilios metálicos. Es muy fácil de limpiar, puede usarse tanto en caliente como en frío y ¡puede meterse en el lavavajillas!, así que para mi es simplemente perfecto

 

Preparación

1. Poner a calentar la nata líquida con la lavanda en un cazo. Calentar sin dejar hervir. Dejar reposar una hora.

2. En el fondo de un molde de 25 cms desmontable, colocar un papel de hornear cortado con el mismo diámetro.

3. Encender el horno a 150º.

4. Deshacer las galletas hasta que se conviertan en polvo. Derretir la mantequilla. Mezclar, añadir la leche y colocar sobre el fondo del molde apretando ligeramente con la mano (no hay que apretar mucho ya que entonces la masa estará muy dura después). Hay que subir la masa de galletas por los lados del molde para conseguir forrarlo. Colocar en la nevera para que se enfríe.

5. Derretir el chocolate en el micro o al baño maría con la leche. Si se derrite en el micro, hayq ue tener mucho cuidado porque el chicolate blanco se quema con mucha facilidad. Hay que ir derritiendo a potencia media (unos 450 watios) en tandas de 30 segundos. Lo sacamos lo movemos un poco y lo devolvemos al micro si es necesario. De este modo no se nos estropeará el chocolate.

6. En un bol de una batidora eléctrica, batir los quesos crema hasta que estén bien incorporados.

7. Añadir el chocolate a la mezcla de quesos y batir bien.

8. Añadir la leche condensada. Batir.

9. Incorporar los huevos uno a uno, sin añadir el siguiente hasta que el anterior no esté totalmente incorporado.

10. Agregar la nata emulsionada con lavanda. Mezclar bien y añadir entonces el colorante. Yo usé un poco de colorante violeta y un poco de colorante rosa, pero depende de la intensidad de color que queráis conseguir.

11. Sacar el molde de la nevera y con ayuda de una cuchara volcar la crema de queso sobre el molde con cuidado de que no se levante.

12. Hornear 30 minutos a 150 grados. Pasado este tiempo, tapar con papel de aluminio para que no se tueste por arriba. Hornear otros 20 minutos y pinchar con un palillo para comprobar que está bien cocida (el palillo debe salir sin restos de la crema de queso).

13. Sacar del horno y dejar que se enfríe completamente antes de meterla toda una noche en la nevera.

14.

Una vez que la tarta esté fría, derretir 200 grs de chocolate blanco con dos cucharadas de nata líquida. Añadir una cucharada de mantequilla. Colorear del mismo color que la tarta. Cubrir la tarta con la crema de chocolate blanco. Dejar enfriar.

15. Si se quiere se puede decorar con una ramita de lavanda fresca.

Trucos y consejos

  • Si quieres un toque más natural, no uses colorante
  • Dificultad: media
  • Tiempo de preparación: 1 hora
  • Raciones: 12

 

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