Esta tarta chocolate que os traigo hoy la hice para el Viernes de Dolores, día del santo de mi madre y mío propio, y uno de los días más celebrados en mi familia, donde el día del santo, como en toda Andalucía, es siempre importante. Y aunque el bizcocho no es de chocolate, es decir no es realmente una tarta chocolate, sí que hay chocolate ¡por todas partes! Me pareció divertido el nombre tarta chocolate porque fue lo que todos pensaron al verla, aunque esta tarta escondía una sorpresa.

Iba a hacer un fraisier (prometo que pronto traigo la receta), pero mi hijo quería hacer galletas. Yo trataba de explicarle que las galletas no son el postre más genial para una comida de celebración, pero dándole vueltas me acordé de una tarta que tomé una vez en Estados Unidos y que me pareció increíble: una tarta cubierta con masa de galletas, crema de vainilla y chocolate.

El pastel no es demasiado dulce, que ya os aviso no es una tarta de chocolate como tal, pero con un rico sabor increíble a mantequilla tostada. La primera vez que usé esta mantequilla fue con mi profesora Cristina Tosi, de Milk Bar-Momufuku de Nueva York, y aunque mientras preparábamos la receta me pareció una cosa poco apetecible, la verdad es que tras probarla me quedé alucinada: ¿raspar la mantequilla quemada del fondo y añadir todas esas partículas marrones y negras quemadas? Pues sí, y ya veréis el sabor tan rico que da a vuestros bizcochos.

Cuando la tarta está terminada parece completamente una trata chocolate, sin embargo cuando cortáis una porción … ta chán … ¡sorpresa!, no hay chocolate dentro sino un delicioso y tierno bizcocho de mantequilla con toques a nuez y avellana que es delicioso. Toda la familia disfrutó un montón de la tarta chocolate que realmente no es de chocolate, así que espero que a vosotros también os guste.

Preparación

1. Tostar la mantequilla en una cacerola mediana a fuego alto medio hasta que la mantequilla esté marrón y tenga pequeñas manchas marrones. Pasar a un bol y dejar enfriar durante 1 hora.

2. Precalentar el horno a 170 º y engrasar un molde de 18 cm de diámetro que sea alto (unos 6 cms de alto).

3. Batir la mantequilla tostada, la vainilla y el azúcar a velocidad media hasta que quede esponjosa y suave. Añadir los huevos uno a uno.

4. En un recipiente aparte, tamizar la harina, la levadura y la sal (yo no la tamizo nunca porque como decía Cristina (momufuku) no he logrado encontrar la diferencia en el resultado.

5. Añadir la harina y la leche alternando los dos ingredientes: añadir unas cucharadas de harina y mezclar bien. Añadir entonces un poco de leche y mezclar bien. Así hasta que hayamos incorporado todos los ingredientes.

6. Verterla mezcla en el molde y hornear durante 30-40 minutos hasta que al pinchar el bizcocho con una aguja, esta salga limpia. Dejar enfriar por completo sobre una rejilla.

7. Para la crema de galletas, batir en una batidora eléctrica la mantequilla con el azúcar. Cuando esté bien esponjosa añadir el agua y la vainilla. Añadir la harina y la sal, y mezclar bien. Añadir virutas de chocolate y dejar enfriar en el refrigerador mientras que preparamos la crema de vainilla.

8. Batir el azúcar glas, la mantequilla, la sal y la vainilla hasta que quede suave. Añadir poco a poco la leche. Cubrir el pastel con la crema de galletas y encima colocar una capa de crema de vainilla. Reservar en la nevera.

9. Poner el chocolate en un tazón grande. Calentar en el micro la nata líquida hasta que hierva, verter sobre el chocolate y dejar reposar durante 5 minutos. Batir con unas varillas hasta que quede suave, y luego dejar reposar durante al menos 2 horas para que espese y sobre todo para que o vaya a derretir nuestra crema de vainilla. Cubrir la parte de arriba del pastel y servir.

También te puede interesar:

Tarta de chocolate, nata y fresas silvestres Tarta de brownie con crema de coco y mousse de chocolate Tarta de chocolate con calabaza… Halloween is coming! Galletas de chocolate blanco y coco con avena Tarta de fresas y mascarpone. ¡Felíz cumpleaños!