Risotto cacio e pepe. Esta es la salsa que aprendimos una mañana en Roma en uno de esos planes que en cada viaje familiar me encanta organizar

Para mi viajar no solo es una ocasión de conocer sitios nuevos. Es también una ocasión perfecta de convivencia, de disfrutar de la compañía en un entorno diferente, alejados de la rutina y en el que las ganas de pasarlo bien supera el jetlag, el cansancio y todo lo que un viaje puede acarrear también

Aquella mañana salimos de nuestro apartamento en el centro de Roma toso juntos y la que llevaba la sonrisa más grande era yo. La única que sabía lo que íbamos a hacer.

Recorrimos parte del centro hasta llegar a la Via Giubbonari. Allí entramos en lio que parecía una tienda. Se quedaron sorprendidos de que el plan de ese día fuera ir a comprar embutidos, pero al fondo del local, tras una cortina se encontraba la trastienda., con un gran ventanal a la calle en la que se encontraba la cocina. estábamos en una de las escuelas de cocina más antiguas de Roma para aprender algunos de los platos más populares de la gastronomía, sin tapa ni cartón y de la manera más natura posible.

En el grupo había personas de 4 nacionalidades diferentes. Pasamos la mañana haciendo pasta y aprendiendo el secreto de esta salsa Cacio e pepe que no es otro que el caldo.

Tras la clase, nos sentamos todos a la mesa con un buen vino a charlar de la vida, y de aquello que siempre nos une: la cocina. Y pinchando aquí puedes ver el vídeo de este risotto.

Ingredientes

Para el caldo:

  • 1,5 litros de agua 
  • Sal gruesa al gusto
  • 8 granos de pimienta 
  • 1 chalota 
  • la corteza de un trozo de Grana Padano 

Para el arroz o risotto

  • 380 g de arroz carnaroli o arborio
  • 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra 
  • 1 cucharada de granos de pimienta negra 
  • 100 g de queso Grana Padano rallado
  • 60 g de mantequilla
  • 2 dientes de ajo picados
  • 2 chalotas o cebollas tiernas picadas
  • un poco de perejil fresco para decorar

Preparación

Para preparar el caldo, cortamos la corteza de un trozo de queso Grana Padano. Pelamos la chalota por la mitad. Ponemos la chalota y la corteza del queso en una cacerola o cazo y añadimos el agua, la pimienta y la sal. Dejamos hervir a fuego lento durante 30-40 minutos. Pasado este tiempo colamos el caldo y reservamos.

Mientras tanto, ponemos los granos de pimienta en mortero y los machacamos grosamente (queremos que queden trocitos de pimienta negra)

Rallamos el Grana Padano y reservamos.

En una cacerola o satén, ponemos  el arroz y  lo tostamos ligeramente en seco sin nada más. Sacamos de la cacerola y reservamos. Ponemos una cucharada de aceite y añadimos los ajos y las chalotas muy picadas. Dejamos sofreir a fuego medio bajo hasta que estén blandas. Añadimos el arroz y damos unas vueltas.

Comenzamos a añadir poco a poco el caldo caliente moviendo todo el tiempo con una cuchara de madera, dejando que el arroz vaya chupando el caldo hasta que el arroz esté cocido.

Agregamos entonces la mantequilla, el queso rallado y casi toda la pimienta, reservando un poco para la decoración final.

Servimos con un poco de pimienta y unas lascas de grana padano por encima.

Trucos y consejos

  • Esta salsa queda increíble también con pasta y la original se hace co queso pecorino, un queso de oveja típico de Roma 
  • Dificultad: fácil
  • Tiempo de preparación: 20  minutos
  • Raciones: 4

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