Estos pastelitos de calabacín y chocolate van a hacer realidad tus sueños del bizcocho más esponjoso del mundo.

Son unos pastelitos perfectos para tomar en la merienda o el desayuno y para llevar de regalo a quien tú quieras. Te pedirán la receta seguro porque resultan deliciosos.

Es una textura suave y aérea y nunca nunca adivinarías lo que lleva porque casa increíblemente bien con el chocolate. Puedes hornear un bizcocho tipo bundt o un bizcocho grande pero me apetecía mucho poder compartirlos con más gente y así es mucho más fácil poder repartirlos que teniendo que cortar trozos. Pero muchas veces lo he hecho en un molde grande y queda fantástico también.

Los compartimos con la oficina y con mi portero y todos quedaron entusiasmados y de acuerdo en que están de muerte lenta,. Ya me contaréis.

Ingredientes

Para el pastel

  • 280 g de harina
  • 40 g de cacao puro en polvo
  • 1 cucharadita y media de bicarbonato de sodio
  • 1 cucharadita de sal
  • 220 g de mantequilla sin sal, a temperatura ambiente
  • 300 g de azúcar moreno,
  • 2 huevos grandes a temperatura ambiente
  • 1 cucharadita de extracto puro de vainilla
  • 120 g de yogur natural
  • 250 g de calabacín rallado sin pelar
  • 120 g de chocolate negro, derretido y enfriado a temperatura ambiente

Para la cobertura

  • 100 g de chocolate negro picado
  • 100 g de mermelada de fresas o frutos rojos

Preparación

Precalentamos el horno a 180 C.

Engrasamos los moldes y los reservamos. Derretimos los 120 g del chocolate del pastel en un bol el microondas en tandas de 30 segundos para que no se queme. Reservamos

Rallamos los calabacines con ayuda de una mandolina.

Tamizamos la harina, el bicarbonato, la sal y el cacao en polvo, y reservamos en un bol.

En una batidora de pie, mezclamos la mantequilla y el azúcar moreno con el accesorio de pala, hasta que la mezcla esté suave y esponjosa. Agregamos los huevos uno a uno, mezclando bien después de cada uno. Añadimos la ralladura de naranja y el extracto de vainilla y volvemos a mezclar.

Agregamos los ingredientes secos alternativamente con el yogur en 3 adiciones cada uno. Ahora añadimos el calabacín rallado hasta que esté distribuido uniformemente. Sacamos el bol de la batidora y añadimos el chocolate derretido.

Rellenamos los moldes. En mi caso unos pequeño y uno grande tipo brownie.

Horneamos en la bandeja media del horno durante aproximadamente 16 minutos a 180 grados con ventilador. Este es el tiempo que necesité para el molde pequeño. Para el otro tipo brownie necesité 30 minutos. El tiempo final dependerá del tipo de molde a usar (si es uno de bundt cake, necesitarás entorno a 45 minutos)

Dejamos enfriar en el molde durante 10 minutos, luego desmoldamos y dejamos que se enfríe por completo sobre una rejilla.

Mientras tanto, calentamos los 100 g de chocolate negro picado en tandas de 30 segundos (yo lo puse dos veces) y terminamos moviendo con una espátula para que termine de derretirse y movemos. Dejamos reposar durante 3 minutos. Mezclamos suavemente hasta que quede suave.

En mi caso, fui poniendo un poco de mermelada de fresa sobre cada pastelito y luego cubriéndolos con el chocolate derretido.

Trucos y consejos

  • Puedes usar tu mermelada favorita o no poner si no te apetece pero les da un toque riquísimo
  • Congelan muy bien
  • Dificultad: media
  • Tiempo de preparación: 40 minutos
  • Raciones: 18 pastelitos

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