Decidí no esperar las oportunidades, sino buscarlas. Decidí ver cada problema como una oportunidad de encontrar una solución
Nueva York blanco ¡Qué frío!
Las cosas pasan porque pasan, y como decía Picasso «la inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando». Tengo una fabulosa amiga que estaba Nueva York, Cris, que de repente, me mandó unas fotos de la última nevada… y me dije: ¡Que frío!… es como estar en el Polo Norte. Y no paré hasta dar con la Tarta Igloo o Tarta Iglú que os traigo hoy… Así que hoy toca un post muy, pero que muy blanco.
Cuando uno viaja por primera vez a una ciudad para conocerla y patearla, sueña con encontrar un tiempo ideal: ni mucho frío ni mucho calor, a ser posible sol y desde luego nada de lluvia. Pero cuando viajamos a una ciudad que ya conocemos, encontrarla en estado diferente siempre es una aventura, aunque eso represente pasar mucho frío, mojarse o sudar mucho.
Casi todas las ciudades que conozco, son mucho más perfectas con un manto de nieve, porque la nieve embellece todos esos elementos que hace fea una ciudad: los coches, las carreteras… Si esa ciudad es además Nueva York, entonces el paisaje es de los más bonitos que os podáis imaginar. Un manto blanco cubre la ciudad y hasta una pista para deslizarse con trineos para aprovechar la nieve en Times Square.
En Central Park no se ven ardillas jugando con los paseantes, ni agua en el lago, y casi no se ven los caminos por los que pasear. La nieve lo cubre todo y esto es lo que se ve: una de las estampas más bucólicas de esta grandiosa ciudad que por un momento recuerda al cuento de la Cerillera.
Pero… ¿sabéis que no cambia allí? El famoso Museo de Historia Natural (en Central Park West con la 79th Street). escenario de famosas películas como «Noche en el Museo«. Si vais con niños, el complemento perfecto a la nieve, o sin nieve. Abierto todos los días del año de 10:00 a 17:45 excepto Thanksgiving y el día de Navidad, sólo puede exponer parte de su colección por falta de espacio en sus 46 salas de exposición.
Desde 1.869, en este impresionante Museo, considerado de los mejores del mundo, los animales salvajes y marinos en las salas de la biodiversidad, los meteoritos, y sobre tod los impresionantes esqueletos y fósiles de dinosaurios a tamaño natural copan la atención del público infantil… y menos infantil.
Sólo una recomendación: Seleccionad vuestro recorrido… que hay poco tiempo para ver muchas cosas, y disfrutaréis tanto como yo de este magnífico edificio que hace un repaso a la historia del hombre y la naturaleza.