Esta Charlota de castañas tiene su origen en la pura casualidad. Desde que probé el molde de Lékué de charlotte en la feria de París, sabía que haría una charlota en otoño. La charlota es un postre que se hace con galletas o bizcochos y se rellena con una crema que en su origen tenía frutas pero que hoy en día puede hacerse casi de cualquier sabor, como esta Charlota de castañas y de hecho tengo una de mouse de espárragos rondándome la cabeza para estas Navidades.

En un principio, barajé la posibilidad de hacer una charlota de leche merengada (os la traigo el próximo verano, prometido) pero la verdad es que septiembre se pasó muy rápido y en octubre ya no pegaba la leche merengada aunque siguiera haciendo casi tanto calor como en agosto. Pero no fue hasta mi último viaje a Barcelona cuando probé un delicioso mouse de castañas que decidí que mi Charlota de castañas y marrons glasé sería la ganadora de todas las opciones . Fui dándole vueltas a la cabeza sobre cómo lo haría y me puse manos a la obra con mi Charlota de castañas.

Se trata de una receta de Charlota de castañas muy ligera y aunque os pueda parecer que es un postre pesado, no lo es. Os lo garantizo. es muy vistosa y con el molde es muy fácil de hacer, así que no tenéis más que poneos en marcha. Si no tenéis el molde de lëkué, podéis usar un molde desmontable. Hacía mil años que no preparaba una charlota, o charlotte y desde ahora la pienso incorporar a mi lista de postres favoritos. ¡Ya veréis como os pasa lo mismo después de probar mi Charlota de castañas!

Preparación

1. En una cacerola poner las castañas repeladas con la leche a hervir. Dejar cociendo durante unos 20 minutos hasta que las castañas estén tiernas y la leche haya casi desaparecido. Si queda leche hay que escurrirla. Triturar las castañas y dejar enfriar completamente.

2. En un cazo poner a calentar la leche con la vainilla y llevar a ebullición. En un bol poner las yemas y el azúcar y batir con las varillas hasta que hayan doblado su volumen, estén pálidas y muy suaves. Volcar entonces la leche hirviendo sobre las yemas y mover con una espátula. Devolver al fuego y añadir la maicena mezclada con la leche y mover con una cuchara de palo o una espátula hasta que haya espesado. Reservar y enfriar bien.

3. Mojar un poco los bizcochos en leche – solo un poco y solo por un lado ya que de otro modo luego soltarán leche y el plato se mojará. Forrar todo el contorno del molde desmontable de modo que los bizcochos cubran las paredes. Cubrir también el fondo y reservar el resto de bizcochos y la leche.

4. En un bol poner las hojas de gelatina con agua fría para que se hidraten.

5. Mezclar el puré de castañas con la crema pastelera cuidando de que la mezcla quede uniforme. Reservar

6. En otro bol poner la crema de marrón glasé y reservar.

7. Montar la nata líquida con el azúcar. Escurrir las hojas de gelatina y ponerlas en el micro durante unos segundos. Unir a la nata poco a poco para que no cuaje. Para ello añadir una cucharada de nata líquida a la gelatina líquida y mezclar. Añadir otra cucharada de nata montada y volver a mezclar. Repetir con otra cucharada y mezclar. Volcar la mezcla sobre el bol de la nata montada y con ayuda de una espátula, mechar bien.

8. En un tazón derretir el chocolate con las 3 cucharadas de nata líquida a intervalos de 30 segundos en el microondas, y reservar hasta que pierda el calor

9. Mezclar la mitad de la nata con el puré de castañas y volcar la mezcla en el molde. Cubrir con la crema de chocolate.

10. Mezclar la otra mitad de nata montada con la crema de marron glasé y volcarla sobre el chocolate.

10. Decorar con unos virutas de chocolate negro y unos marrons glasé.

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