Este bizcocho de yogur es el que más veces he hecho en mi vida y uno de los primeros que aprendí. Es el bizcocho de las abuelas, el de toda la vida que se hace con un yogur y usamos ese mismo vasito para medir el resto de ingredientes.

No necesitarás ni siquiera un peso, simplemente usando ese vasito de yogur podrás hacer esta delicia de bizcocho que hoy ademas he preparado especialmente para ti para que te sirva para cualquier día especial, cumpleaños o celebración.

Puedes aromatizarlo con lo que más te guste: ralladura de limón, de naranja, de mandarina, un poco de café soluble mezclado con el yogur o como yo he hecho yo con vainilla que lo transforma en un bizcocho perfecto para tartas de varias capas.

A mí me lo enseñó a hacer mi abuela y por eso le tengo un cariño especial. Me enseñó a prepararlo con una simple cuchara de madera y queda fantástico pero con unas varillas eléctricas le da una textura tan rica, que ya no me separo de ellas. Espero que lo hagas y que te acompañe siempre.

Ingredientes

Para el bizcocho

  • 4 huevos
  • 2 medidas del vasito del yogur de azúcar
  • 1 medida del vasito del yogur de aceite de oliva virgen extra, aceite de girasol o de mantequilla derretida – yo usé mantequilla derretida
  • 1 yogur blanco en vasito (de plástico o de cristal da igual)
  • 1 cucharadita y media de extracto puro de vainilla
  • un pellizco de sal
  • 3 medidas del vasito del yogur de harina
  • 1 sobre de levadura en polvo

Para la crema de mascarpone con nata

  • 250 g de queso mascarpone
  • 300 ml de nata líquida muy fría al menos con un 35% de grasa
  • 80 g de azúcar glas
  • 1 cucharadita de pasta de vainilla
  • 200 g de fresas frescas para decorar

Preparación

Engrasamos un molde de 18 cm. Ponemos un papel de horneado en el fondo y reservamos. Precalentamos el horno a 180 grados.

Batimos los huevos con ayuda de unas varillas eléctricas junto con el azúcar hasta que doblen el volumen y aclaren el color.

Añadimos entonces la mantequilla derretida y el yogur y volvemos a batir. Es ahora el momento de agregar la vainilla y el pellizco de sal. Volvemos a mezclar.

Por último añadimos la harina tamizada con la levadura y mezclamos con movimientos envolventes con ayuda de una espátula o de unas varillas manuales. La idea es hacerlo con movimientos de abajo hacia arriba para que no se escape el aire que hemos metido batiendo los huevos.

Volcamos la mezcla en el molde y horneamos durante unos 40 minutos. En el horno de mi madre lo horneo a 180 grados pero en el mío que es un Miele lo bajo a 175 grados. Si vemos que se tuesta mucho la superficie podemos taparlo con un papel de aluminio pero co cuidado porque si abrimos el horno demasiado pronto podemos hacer que el bizcocho se baje por el centro y ya no volverá a subir.

Trucos y consejos

  • Podemos aromatizar con la ralladura de una naranja, de u limón o una mandarina, añadiendo dos cucharadas de café soluble al yogur o con un poco de vainilla como he hecho yo.
  • La temperatura del horno en el de mi madre es de 180 pero en el mío que es un Miele debo bajarla a 175 porque de otra manera se quema.
  • Dificultad: fácil
  • Tiempo de preparación: 50 minutos
  • Raciones: 12

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