Esta tarta de chocolate sin harinas es sin gluten y sin lactosa y te va a encantar por lo rica que está y por lo fácil que es de preparar.

Haciéndola me he acordado de mi primera receta con chocolate. Yo debía tener unos 11 años y llegué a casa del colegio con muchas ganas de tomar un bizcocho de chocolate.

Mi madre estaba liada con mis hermanos que son más pequeños y los deberes, así que en un descuido decidí hacerme la reina de la cocina yo solita. Cogí su receta de bizcocho de chocolate y tal cual fui sacando los ingredientes subida en un banquito que iba moviendo por la cocina segun lo necesitaba: huevos, harina, azúcar, mantequilla, chocolate y una cosa que se llamaba levadura que no encontré pero que me pareció poco importante.

Leí en la receta que había que encender el horno pero de eso no tenía ni idea, asnillo que pensé que igual podría hacer el bizcocho calentito en una cacerola. Saqué la más grande que encontré y ahí fui poniendo los ingredientes, a ojo, sin pesar ni nada. Encendí la cocina, no me preguntes pero era una cocina de gas y la encendí subida en el banquillo que no se ni cómo mantuve el equilibrio, y estando con la cacerola al fuego emocionada yo, apareció mi madre por la cocina. No te puedes imaginar su cara al verme. era una mezcla de terror, de risa y de ternura.

No recuerdo si de aquella mezcla mi madre consiguió sacar algo comestible o no, pero si recuerdo yo estaba feliz y orgullosa de haber intentado mi primer bizcocho, y es que a veces, la felicidad está mucho más cerca de los que podemos pensar.

Y pinchando aquí puedes ver el vídeo de esta deliciosa tarta

Ingredientes

• 300 g de chocolate negro picado (puedes usar ekl que mas te guste pero yo uso al 60% y me encanta el resultado)
• 150 g de mantequilla
• 8 huevos medianos
• 150 g de azúcar
• 50 g de cacao puro en polvo
• 1/2 cucharadita de sal
• 1/2 cucharadita de extracto puro de vainilla

Preparación

Precalentamos el horno a 180 ºC con función de aire caliente. Forramos un molde desmontable de 23 cm  con papel para hornear y reservamos.

Separamos las claras de las yemas de los huevos y reservamos en dos boles diferentes.

Derretimos el chocolate con la mantequilla al baño maría o en el microondas en tandas de 30 segundos y dejamos enfriar ligeramente. Es importante para que no cuajen las yemas, que la mezcla esté atemperada y no caliente.

Agregamos las 8 yemas de huevo al chocolate derretido y batimos bien. Añadimos entonces el cacao puro en polvo y mezclamos bien. La mezcla endurecerá un poco pero no debemos asustarnos. Todo esta bien y cuando añadamos el resto de ingredientes nos quedará una mezcla lisa.

Con ayuda de una batidora eléctrica, batimos las claras con el pellizco de sal y la vainilla. Cuando comiencen a espumar, añadimos el azúcar y continuamos batiendo hasta tener picos firmes.

Con ayuda de una espátula o unas varillas incorporamos las claras a la mezcla de chocolate. Lo haremos en tres veces para que nos quede una mezcla homogénea.  Comenzamos añadiendo 1la primera parte de las claras y lo haremos con movimientos envolventes con la idea de que la masa no pierda aire. Agregamos otra parte de las claras y volvemos a incorporar bien y terminamos con la última parte.

Rellenamos con esta mezcla el molde que tenemos preparado y horneamos durante unos 30 minutos hasta que se forme una costra crujiente en la superficie (no podemos usar un palillo porque saldrá húmedo, pero es que esta trata no necesita estar cuajada del todo, sino que queda con una textura parecida al brownie y muy húmeda por dentro).

Dejamos  enfriar en el molde durante 10 minutos antes de desmoldarlo y dejarlo enfriar sobre una rejilla. La trata irá perdiendo altura y hundiéndose al enfriarse. Espolvoreamos con cacao puro en polvo ¡y listo!

Trucos y consejos

• Congela muy bien
• Puedes espolvorear con azúcar glaseado en lugar de con cacao puro en polvo
• Dificultad: media
• Tiempo de preparación: 40 minutos
• Raciones: 10

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