Panna cotta de vainilla con fresas al balsámico. la mezcla perfecta

Esta panna cotta de vainilla es unos de los postres favoritos de javi. A él le sale muy rica desde que es muy pequeño y hoy le he «robado» a él su receta para traérnosla a vosotros.

Su nombre viene del italiano «nata cocida» y es que la nata se calienta para poder disolver la gelatina y7 que quede lisa y aterciopelada.

La panna cotta es uno de esos postres que siempre salen si tienes bien medidos los ingredientes. Es importante la proporción para que no quede ni demasiado chiclosa (lo que ocurre si nos pasamos de gelatina), ni demasiado blanda, lo que haría que no desmoldara bien, pero quitando esto es un postre súper fácil y muy resultón

Hay veces que se hace usando mitad de nata y mitad de leche pero eso ocurre en la de chocolate o en la de frutos secos porque ya tenemos la grasa por otro lado. En este caso hacerla solo con nata la hace super cremosa. ¡Vamos a por ella!

Ingredientes

700 ml nata líquida al 35 % de materia grasa (mg) o nata sin lactosa o nata vegetal
150 g de azúcar
1 cucharada de extracto puro de vainilla
5 hojas de gelatina sin gluten o vegana (7 g)

Para las fresas

90 g de azúcar o de sirope de ágave
300 g de fresas
45 ml de vinagre balsámico

Engrasamos los moldes que vayamos a usar. Reservar.

En un bol poner a hidratar las hojas de gelatina en agua fría.

En un cazo poner a calentar la nata co la vainilla y el azúcar hasta que esté bien caliente. No es necesario que hierva pero sí que esté bien caliente. Apartar entonces del fuego y añadir la hojas de gelatina escurridas. Con ayuda da unas varillas o una espátula mezclar bien hasta que la gelatina se haya disuelto.

Rellenamos nuestros moldes con esta mezcla. Ponerlos sobre una bandeja y dejar enfriar en la nevera al manos durante dos horas (yo las dejo toda la noche).

Preparamos las fresas mezclándolas co el azúcar y el vinagre y dejamos macerar al menos una hora.

Servimos la panna cotta con las fresas por encima

Trucos y consejos