Siempre hay una oportunidad para empezar de nuevo, se llama: hoy
No hace falta que os recuerde la época que estamos para los niños y menos niños: Halloween (Ver mi post del año pasado) Pese a ser una fiesta importada, a los chavales les encanta. Pensando en algún lugar apropiado para acompañar esta receta, me dije: leyendas, brujas, fantasmas, castillos… ¡Ya está! El Castillo de Edimburgo.
Edimburgo, capital de Escocia, puede presumir de tener el monumento más visitado del pais. Ubicado en el extremo norte de la Royal Mile, el castillo se levanta desde el siglo XII como fortaleza militar en la cima de una roca volcánica, un acantilado enorme. Se divisa desde prácticamente todos los puntos de la ciudad, y a su vez, desde el interior de las almenas del castillo, la vista alcanza el mar.
Sus paredes pueden contar historias de tragedias, hechos y sucesos que lo han llevado a tener un pasado oscuro y convertirse hoy un lugar mágico. Desde las habitaciones de los presos hasta destellos de luz que cuentan que aparecen de vez en cuando, hay mil y una batallas que se pueden narrar. ¿Qué os parece esta?
Cuentan que el castillo esta repleto de pasadizos secretos y túneles, incluyendo uno que se piensa que llega a conectar con el Palacio de Hollyrood (al sur de la Royal Mile). Una antigua leyenda dice que se le ordenó a un soldado comprobar si uno de los túneles comunicaba directamente con Hollyrood, pero se perdió y quedó atrapado allí para siempre, vagando por el resto del tiempo. Todavía hay quienes se quedan paralizados de miedo al escuchar entre las frías paredes la triste canción que la ánima de aquel soldado entonaba.
En este ambiente lúgubre de fantasmas y castillos nada mejor que una buena tarta. Una tarta de chocolate con calabaza. Esta multicapa es elegante, original y no da miedo porque… ¡está riquísima! El puré de calabaza le da un toque jugoso al bizcocho de chocolate inmejorable. ¿no te lo crees? Vente conmigo a la cocina y ya verás como dejas de sorprendidos a tus invitados.