Calamares a la romana. Hoy bocadillo de calamares con kimchi

Los calamares a la romana son sin duda una de las maneras que más me gusta comer calamares. Y el bocadillo de calamares es sin duda uno de mis favoritos y hoy te traigo una versión muy Loleta perfecta para los días en los que apetece algo diferente con un toque divertido.

En Málaga comamos los calamares simplemente pasados por harina, pero para días más especiales, me encanta prepararlos a la romana, con un rebozado que aguanta mucho más tiempo crujiente y que va genial para los bocadillos, como este de hoy.

Soy una amante de los bocadillos, reconozco que me pierde el pan. Podría vivir solo con él y sería incapaz de hacerlo sin pan.

En todas sus versiones y con todos los tipos de harina el pan me vuelve loca y si encima lo rellenamos con unos buenos ingredientes más aún.LOs bocadillos son una de mis comidas favoritas y este de hoy uno de los que más repito en casa pata al tardes de fútbol con amigos o cenas improvisadas que gracias a Dios ya mismo tendremos de vuelta.

ese toque hoy lo da el kimchi, una col fermentada coreana con un toque picante que en casa nos encanta. Puedes sustituirlo por un poco de tabasco pero te animo que lo uses porque sus posibilidades so infinitas e la cocina.

Ingredientes

300 g de anillas de calamar
100 ml de agua
150 ml de leche
5 g. de levadura química
5 g de sal
170 g de harina + 2 cucharadas
Aceite para freír (500 ml)

Para la mahonesa

1 huevo
250 ml de aceite de girasol
1 cucharadita de kimchi en pasta

Para el bocadillo

1 lata de kimchi
un puñado de rúcula

Preparación

Comenzamos por la mahonesa. En un vaso de batidora de mano, ponemos el huevo con un poco de aceite de girasol comenzamos a batir y continuamos añadiendo el aceite muy poco a poco en hilo. Cuando la mahonesa esté espesa añadimos una cucharadita de pasta de Kimchi. A mano mezclamos bien y reservamos en la nevera.

Para hacer el rebozado de los calamares secamos bien los calamares . En un plato ponemos las 2 cucharadas de harina y pasamos los calamares de uno en uno. Los ponemos en una bandeja o un plato grande.

En un bol mezclamos el resto de la harina con la levadura la sal y la leche con la mitad del agua. Mezclamos bien hasta conseguir una consistencia espesa para poder cubrir los calamares pero que permita escurrirla. Para ello añadiremos el agua necesario (yo la añadí toda).

En un cazo o cacerola, calentamos abundante aceite.

Pasamos los calamares de uno en uno por la mezcla y los freímos en aceite un par de minutos por cada lado hasta que queden crujientes y dorados.

Para el montaje del bocadillo, ponemos una capa de kimchi y encima los calamares. Terminamos con la mahonesa y unas hojas de rúcula.

Trucos y consejos