Mi primer viaje a Asia fue a China. Parecía el lugar ideal para iniciarme con ese continente que desde bien pequeña me atraía tanto, y no me equivoqué. De todos los lugares que conocí en ese primer viaje, probablemente el que más me gustó junto con Shanghai fue Xian (Xi’an), capital de la provincia de Shaanxi.
Dentro del país, Xian es una ciudad pequeña (con más de tres millones de habitantes podéis haceros una idea de la dimensión que tienen las ciudades en este paÍs) y es mundialmente conocida gracias a su ejército de soldados de terracota del emperador Qin Shi Huang (259-219 a.C.)
Además de tener una ciudad amurallada que por sí sola ya merecería pena un viaje a China y un centro antiguo donde se puede observar el arte de la caligrafía antigua y del grabado, Xian es ante todo terracota.
Hallados a 33 km del centro de la ciudad, los Guerreros de terracota son un conjunto de más de 8000 figuras de guerreros y caballos de terracota a tamaño real, que fueron enterradas cerca de la tumba del primer emperador unificador de China de la Dinastía Qin.
Fueron descubiertas de forma casual durante unas obras de abastecimiento de agua, en marzo de 1974 y desde el año 1987 estos Soldados de Xian están considerados como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Cuando uno llega al Museo del Ejército de Guerreros de Xian, piensa que va a encontrarse un museo grande con figuras de varias clases. Lo que no espera son hangares y fosos gigantes con miles de figuras que parecen preparadas para la guerra.
Enterrando estas estatuas se creía que el Emperador seguiría teniendo tropas bajo su mando en el Más Allá. El ejército de terracota fue sepultado en formación de batalla en tres fosos que ocupan una superficie de un kilómetro y medio al este de la tumba del Emperador.
Las figuras son todas distintas: no hay ninguna igual y parecen divididas en función de su rango militar. El primer foso descubierto en 1974 tiene más de 7.500 guerreros, algunos de ellos aún por desenterrar. Los soldados a tamaño natural miden 1,80 metros de altura y están equipados con armaduras fabricadas también con terracota.
Cada una de estos guerreros es distinto: diferentes bigotes, peinados distintos, jóvenes y viejos y con rasgos de etnias diferentes. Cada soldado llevaba un arma: arcos, lanzas, espadas, etc. Las figuras eran de colores vivos y brillantes, pero pierden el color al contacto con el aire por eso no todos los soldados están desenterrados, esperando poder encontrar una técnica que permita mantener los colores originales.
La segunda fosa contiene 69 figuras y es conocida como “la fosa de los generales” y parece que representa al estado mayor del ejército. También hay cuatro figuras de caballos.
La última fosa contiene unos 1.000 guerreros, muchos de ellos sin restaurar.
En 1980 se descubrieron dos carros de bronce pintados. Cada uno de estos carros está formado por más de 3.000 piezas. Los cuatro caballos de cada carro están guiados por un conductor imperial. Estos carros están incluidos en urnas de cristal lo mismo que algunas de las figuras mejor conservadas. Aquí es donde podemos observar de cerca todos los detalles que tiene cada una de estas increíbles figuras.
Durante toda la visita me pregunté cómo podían haberse conservado tan increíblemente bien estas figuras durante siglos y siglos. Visitar este grandioso mausoleo, me ayudó a comprender la grandeza de esta cultura milenaria que ya nunca ha dejado de fascinarme y de la que nunca me cansaré de aprender.
Estoy alucinando!! Espero ir pronto!! Impresiona sólo las fotos, así que en vivo me imagino que me quedaré con la boca abierta. Muy bonitas las fotos. ;)
Hola Silvy, pues muchas gracias. Los soldados de Xian son espectaculares y si tienes la oportunidad de verlos, habrás visto el ejército más bonito del mundo. Un saludo y muchas gracias por estar por aquí conmigo.
Realmente interesante , seria una enriquecedora oportunidad visitar un museo como este, la historia mas alla de los libros.
muchas gracias .
Muchas gracias y le mando un abrazo