La ciudad de Stockholm, o Estocolmo es una de las capitales bálticas que más me ha sorprendido. Es una ciudad histórica con suntuosos edificios en la que el diseño contemporáneo se respira por todos los rincones y en la que la gastronomía ha puesto la sexta marcha en los últimos años tanto como en otros países nórdicos. Recorrerla en barco resulta ideal (está formada por 14 islas principales y un archipiélago de más de 30.000 islas) pero es que además, el paseo es un placer para la vista que no olvidaréis nunca.
Los barcos salen del muelle Strömkajen, frente al Gran Hotel y durante el recorrido podemos ver una buena panorámica de casi toda ciudad. La duración de los trayectos varía en función del recorrido que elijamos (entre 50 minutos y dos horas y media) y ninguno os defraudará. Son idóneos en verano y si se visita la ciudad con niños, pero hay que tener en cuenta que en los meses de invierno no todas las rutas están disponibles. Los barcos recorren los canales que dividen la ciudad, cruzan sus puentes y muestran unos paisajes que os dejarán con la boca abierta.
Hoy vamos a recorrer el paseo que conecta la ciudad de Estocolmo con Djurgärden, una isla ocupada casi en su totalidad por un Parque Real en el que realizar un montón de actividades. Hay un zoológico, un parque de atracciones y varios museos en los que perderos. Os recomiendo el museo Skansen, un museo al aire libre que incluye el zoo y el Nordiska museet, un museo dedicado a las tradiciones nórdicas y en el que aprender cómo convivían estos pueblos. Si váis con niños no dejéis de ver el Gröna Lund, el parque de atracciones más antiguo de Suecia (se inauguró en 1883) en el que disfrutar de varias montañas rusas con unas vistas inigualables.
Este paseo dura aproximadamente una hora, lo cubre el transporte público de Estocolmo, así que aprovechadlo bien porque no encontraréis nada tan barato en la ciudad. Este barco zarpa en Stockholm Slussen kajen (Slussen significa esclusa) zona con más de 100 años de antigüedad y desde la que parten la mayoría de ferries que recorren los distintos puntos de la ciudad. El viaje cuesta tan solo 40 coronas (unos 4,60 €) y si tenéis la tarjeta de transporte público el trayecto está cubierto.
Durante todo el paseo las vistas son impresionantes y los paisajes os dejarán sin palabras. Es una buena manera de tomar un descanso en la visita a pie y pero aprovechando el tiempo admirando esta majestuosa capital.
Estocolmo esconde muchos rincones preciosos, una ciudad ordenada y estética con imponentes edificios antiguos y modernos, pero lo que no os podéis perder es visitarla desde el mar. No muchas ciudades ofrecen esta posibilidad y en Estocolmo sería pecado.
Y ya que estamos, ¿que tal si aprovechamos uno de los tesoros mejor guardado de los suecos: El bacalao, producto muy capturado y trabajado en el báltico, y entre otros países, en Suecia. Para cocinarlo, que mejor receta que un buen arroz en paella tradicional con coliflor y un toque contemporáneo de brócoli… ¡A los fogones!
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