Hacía mucho tiempo que soñaba con una escapada romántica a la Provenza. Quería recorrer los campos de lavanda, disfrutar de la gastronomía y de los preciosos pueblos de la zona, así que el año pasado, celebramos nuestro aniversario de novios (sí, en mi casa lo celebramos todo y más), nos fuimos unos días.
Cogimos un vuelo directo a Marsella (desde muchas ciudades hay vuelos directos), y allí alquilamos un coche. La zona merece la pena una escapada, los paisajes y pueblos son preciosos y se come muy bien, incluso si el presupuesto es reducido podemos pasar unos días inolvidables.
El primer destino fue Aix-en-Provence, a tan solo 45 minutos en coche de Marsella. El pueblo es una delicia, con hoteles encantadores, pero caros, así que nosotros decidimos quedarnos en un hotel fuera del centro histórico, pero a tan solo 10 minutos andando de él. Hotel Rotonde, sencillo, pero adecuado.
Fuimos tarde porque nuestro vuelo aterrizaba a las 8 y media de la tarde a Marsella, así que cuando llegamos a Aix, muchos restaurantes habían cerrado la cocina. En el hotel nos recomendaron la Rue Espariat como referencia para encontrar algo abierto. Es la zona más turística y tuvimos suerte, porque esa noche había ópera y algunos restaurantes retrasaron la hora del cierre de la cocina, esperando a los espectadores del teatro, así que pudimos cenar en la Brasserie Les Deux Garcons donde tomamos un hígado de pato mi-cuit que no estuvo nada mal.
Los pueblos de la Provenza son pequeños, se recorren andando en nada y no tienen un interés cultural especial, pero son absolutamente maravillosos, y llenos de encanto. Y así es Aix en Provence. Un pequeño pueblo con un coqueto mercado, al que nosotros fuimos el domingo por la mañana. Desayunamos en Webel, una pastelería donde podría quedarme encerrada pensando que estoy en el cielo, con unos croisanes de diez. Y justo en la misma plaza, estaba el mercado, colorido y lleno de productos locales donde aprovechamos para comprar un poco de queso y pan para hacer algo más tarde un precioso picnic en el campo (mi sueño, era tomar un picnic en mitad del campo con la lavanda de fondo, sorry pero así de pesada soy yo, y lo mejor es que lo conseguí).
Esta es una manera de conocer la gastronomía de un país que me encanta: acudir a sus mercados te da una idea profunda de cómo comen y cocinan sus habitantes, y te permite comprar producto local casi siempre artesanal. Compramos queso y embutidos y un precioso mantel-manta-colcha de rayas celestes en algodón artesanal, muy típico de la zona, que hizo que nuestro picnic fuera además de rico, precioso, y es que el algodón de la zona es magnífico.
Desde aquí iniciamos nuestra ruta en coche hasta Valensole, el lugar de los campos de lavanda. Uno cree que será un paraje aislad
o, donde estarás a tus anchas, pero lo cierto es que en las zonas de fácil acceso hay mucha gente, así que decidimos escaparnos por carreteras secundarias (tan secundarias que caso nos quedamos parados en mitad de ninguna parte un un camino de cabras), pero mereció la pena por las risas y las fotos.La suerte fue que justo pillamos las fiestas de la lavanda en el pueblo así que compramos unos dulces (sin postre no hay comida), y al salir una botella de vino en un supermercado que vimos abierto. la señora muy amable (la gente de pueblo en Francia suele ser bastante agradable).
De ahí nos fuimos camino de Borge y en una carretera secundaria paramos a tomarnos nuestro súper picnic en mitad del campo a la sombra de un Plátano Gigante mirando los campos de lavanda y con los pájaros de fondo. Romántico y perfecto para mi y en la mejor compañía. reto conseguido
Esa tarde recorrimos el camino hasta L´ísle-sur-la-Sorge, parando en Manosque, Roussillon y Gordes. Todos a cual más bonito pero sobre todo Gordes que parece que está encaramado en la montaña a punto de caerse. Nuestra siguiente parada, mi maravilloso L’isle-sur-la-Sorge, pero eso lo dejamos para otro día.
Que maravilla de escapada es un sueño que espero cumplir
Muchísimas gracias. Hay que tener sueños y persegirtlos. Feliz día guapa y gracias por escribir
Hola Loleta!!!
De pesada nada!!! Somos muchas las que estamos fascinada con los preciosos pueblos de nuestros vecinos ,sus paisajes y gastronomía soñando,como tu con hacer ese tipo de escapadas ja ja ja y a veces,incluso yo con irme a vivir allí al medio de nada y volver a la vida sencilla, aunque esto se puede hacer aquí en España también…. Muchas gracias por compartir tu precioso viaje!!!!
En una futura escapada sirve como guía y felicidades por vuestro aniversario de novios!!!!….
Conoces el programa Las Recetas de Julie?… Me apasiona y mientras te leía me has recordado a ella ja ja ja lo puedes ver en TVE2 a la carta
Feliz fin de semana y gracias de nuevo
Muchas gracias a ti Ana. Por escribir y por la recomendación. Un abrazo
Precioso viaje de las que me gustan a mi, paisajes y gastronomía a la vez, tengo ganas de hacer una escapada a Francia de momento España es preciosa y también me apunto a las escapadas de la TV2 como Ana G jaja
Besos preciosa
Hola María pues me faltan por publicar un montón pero ultimamente se me escapan los meses sin enterarme. Me encanta escribir sobre mis viajes y contaros las historias así que prometo enmendarme y publicar de nuevo prontito. Un beso grande y muchas gracias por escribirme