Hace mucho tiempo que mi hijo me venía pidiendo que hiciera Helado de violetas. El uso de las violetas en la repostería es algo muy inglés, pero también muy madrileño y hoy las vamos a usar en este Helado de violetas que os va a volver locos..

Era yo muy pequeña cuando mi abuelo nos traía de Madrid caramelos de La Violeta, unas cajitas preciosas de cartón llenas de pequeños caramelos violetas con un sabor muy característico y que a mi me encantaban. Mis hermanos los encontraban muy cursis pero yo era feliz cada vez que una de esas cajitas caía en mis manos. Además, me encantaba el color de esas pequeñas chucherías que nunca he dejado de tomar y que hoy os presento en forma de Helado de violetas.

Cuando nos fuimos a vivir a Madrid, una tarde llevé a mi hijo a La Violeta y simplemente alucinó con el olor y el color de esa pequeña tienda de la Plaza de Canalejas donde aún hoy suelo ir a comprar violetas escarchadas o cristalizadas, que son pétalos de flor violeta escarchados en azúcar de modo que quedan crujientes y que dan un toque único a muchas de mis ensaladas y con las que siempre sorprendo a mis invitados.

Hoy sin embargo, dan el toque perfecto a este Helado de violetas. Puedes hacerlo con mermelada de violetas o con pasta de violetas. Yo prefiero usar la pasta porque dan este bonito color a mis helados y cremas, pero si lo prefieres puedes usar la mermelada y dar un poco de color con colorante violeta.

Preparación

1 Preparar una cubitera con hielo y reservar.

2.Preparemos primero las natillas base de nuestro helado. En un bol batir las yemas con la vainilla y el azúcar hasta que estén espumosas y tengan un color más claro

3. En un cazo mediano a fuego medio-alto, calentar la leche con el sirope de maíz (glucosa). Cuando rompa a hervir comenzar a mover y dejar cocer durante unos 4 minutos.

5. Retirar del fuego y verter poco a poco esta leche hervida sobre el bol de las yemas moviendo constantemente para evitar que las yemas se cuajen. Volver a poner esta mezcla en el cazo a fuego medio durante 5 minutos (la temperatura media será de 84 grados, que es la temperatura a la que las yemas y la leche deben llegar para evitar intoxicaciones y que nuestro Helado de violetas salga perfecto).

6. Colar esta mezcla en un recipiente apto para el congelador (una simple bolsa de congelados con cierre zip os servirá) y dejar enfriar en la cubitera durante 30 minutos (pasar una mezcla tan caliente a la nevera o al congelador, puede provocar que la temperatura del congelador baje drásticamente poniendo en peligro la conservación de los alimentos que tengamos congelados) Pasados los 30 minutos, montar la nata y añadir la esencia de violetas. Mezclar con las natillas.

7. Mientras, poner a enfriar el bol de nuestra heladora en el congelador. Verter la mezcla de nuestra crema de helado y dejar mantecar (así se llama a la operación de congelar sin parar de mover que hace una heladora con compresor), hasta que el helado tenga la consistencia adecuada (el tiempo depende de la heladora. Yo tengo una Gelatissimo y en 60 minutos mi helado está listo). En caso de que no tengáis heladora, tendréis que sacar el helado pasados 60 minutos y mezclar con ayuda de una espátula. Hay que repetir esta operación cada hora tantas veces sea necesario hasta que el helado tenga la textura adecuada.

8 Servir con unos barquillos.

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