Copenhaguen merece una visita, o dos o tres y en eso, hay que recorrer sus pastelerías. Hay veces que merece la pena ir hasta la otra punta de la ciudad donde estamos para conocer una nueva pastelería, un afamado restaurante o simplemente por pura curiosidad.
Desde antes de salir de casa ya sabía que iría a visitar su… dessert boutique. Había leído muchas referencias sobre su obrador-pastelería y todos teníamos muchas ganas de hacer una degustación del trabajo de Nikolaos Strangas, así que allí que nos fuimos con nuestras bicicletas… ya os he contado más de una vez que me encanta recorrer las ciudades en bici ¿Lo viste en mi post sobre Helsinki? Volviendo a Strangas, aunque su taller está apartado de la ruta turística principal de Copenague, y tiene otras sucursales, como la de los céntricos grandes almacenes Magasin du Nord en las que poder tomar sus deliciosos bocados, decidimos ir a la central, situada en Åboulevard 7, e intentar conocer a Nikolaos. El paseo… y los postres, merecen muy mucho la pena y os darán la oportunidad de conocer una parte de la ciudad a la que seguro que no iríais de otra manera.
Nikolaos es uno de los cocineros más reconocidos de Dinamarca. Es, además de un enamorado de España, accesible, simpático y de charla agradable (no puede negar su origen griego)… todo un encanto. Organiza talleres de cocina (que me quedé con las ganas de coincidir) que son siempre un éxito. Este local es su boutique insignia y nada más llegar algunas bicicletas aparcadas en la puerta nos anunciaban que el local estaba animado. Al entrar en el local, es como si entráramos en el salón coqueto de una amiga: un sofá, unas sillas y una gran mesa en la que compartir el gusto por la pastelería bien hecha. Una gran vitrina nos anuncia el estilo delicado de estos pasteles con base de mousse de frutas del bosque, tan dulces en los países escandinavos, macarons de todos los colores y unas tartas deliciosas.
Tomamos la Tarta de ruibarbos más rica que he probado, acompañada esta vez de un mascarpone con un toque de limón y un soberbio Pastel de mousse de frambuesas con chocolate blanco. Una verdadera delicia que recordaré siempre. ¡Impresionante!
Tras esta visita y aunque con el hambre apagada, decidimos pedalear hasta visitar Brod, una panadería ecológica con panes y bollería orgánica donde los daneses compran deliciosos panes y dulces a diario.
Aunque cuenta con varias sucursales, nos encaminamos a la de Enghave Plads 7, la primera que abrieron, aprovechando además que ya nos encontrábamos por la zona. La panadería, tiene eso precisamente, apariencia de panadería, con los panes recién sacados del horno, y estanterías donde venden sus mermeladas orgánicas y sus zumos ecológicos. Tienen además una buena selección de sandwiches frescos que elaboran en el momento con el pan que elijamos y el relleno que nos resulte más deseable. ¡Un lujo!
Probamos un magdalena de centeno con cereales y azúcar moreno que me pareció contundente. Crujiente por fuera y jugoso y tierno por dentro. Tenía la apariencia de bizcocho pero la textura de la masa elaborada con levadura fresca. Además, un brownie con canela delicioso. Perfecto para terminar una mañana de pedaleo entre parques y grandes avenidas cerca de los canales. Además, unos deliciosos pasteles de canela enormes que nos dejaron con ganas de más, pero que no pudimos probar… ya no nos cabían…
Esos bollos de canela son la quintaesencia de Escandinavia y encontraréis innumerables variantes en Noruega, Dinamarca, Suecia y Finlandia. Este que os traigo hoy resulta ideal en un desayuno, brunch o merienda. Viene directamente desde Dinamarca fresco, fresco… ¿Os apetece? Pues ¡vamos allá!
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