Guacamole de la «Haciendita»

«El tiempo que pasa uno riendo es tiempo que pasa con los dioses»

Guacamole de la Haciendita

Dicen que México es «lindo y querido», y lo cierto es que rebosa alegría por los cuatro costados, por todo: su naturaleza, su gente, su historia, su cultura, su folklore y como no, su gastronomía. Hoy os propongo que paséis un rato divertido cocinando una de las más internacionales recetas de la extensa variedad de platos mexicanos, el guacamole. ¡Nó olvidéis las cervezas y los mariachis para acompañarlo!. Es una receta genial para compartir un buen rato con los amigos. Se dice que la original era con el aguacate molido y agua, haciendo una especie de salsa para que diera más de sí. Yo creo que hoy hay tantos tipos de guacamoles como familias, porque al final, todo el mundo le da su toque. Yo os traigo una receta originaria de Mérida, (que me la dio mi amiga Daniela), ciudad situada en la península del Yucatán, cercana a una de las costas turísticas por excelencia del país, la Riviera Maya.

La receta es sencilla pero sabrosa. Desde que la conocimos, en casa no hacemos ninguna otra. Os recomiendo además que si tenéis niños, os pongáis con ellos a hacerla, les va a encantar participar y no resulta un aperitivo para nada difícil ni laborioso (cuidado de no especiarlo mucho para que no pique si ellos lo van a probar), así que… ponedles unos mandiles, unos sombreros mexicanos y ¡a disfrutar!…. ¡La cucaracha, la cucaracha, ya no puede caminar…!

• Nivel de dificultad: Fácil (Ideal para niños)
• Tiempo de preparación: 10 min.
• Comensales: 4 personas

Ingredientes

• 3 Aguacates maduros (para consumir en el día) 1,10 €
• 1 Tomate rojo madurito 0,25 €
• 1 Cebolleta 0,30 €
• Unas hojas de cilantro 0,25 €
• Sal y limón o lima 0,15 €
• Bolsa de 200 gr. de totopos de maíz (los triangulares, no son lo mismo que las tortillas chips, que son de harina de maíz) 1,10 €

Total 3,15 € para cuatro. ¡No se te olviden los totopos!

Utensilios

• Cubiertos, tablas de cortar, recipientes, etc.
• Cuchillos y bol grande

Para Beber

Os recomiendo los tradicional, unas cervezas mexicanas muy frías, yo díria heladas, pero con su toque ácido con rodajitas de lima o limón (prefiero la lima). Por ejemplo: Sol, Coronita o Dos equis. Eso sí, que no falten.

Preparación

1. Pelar los aguacates una forma fácil: con el mismo cogido con una mano y colocado en horizontal, se le da un corte por la mitad con un cuchillo hasta llegar al hueso en todo el perímetro, partiéndolo en dos, excepto el hueso, fácilmente. Después, con ayuda de una cuchara, sacamos el fruto, separándolo sin esfuerzo de la piel y sale ¡entero!. Acto seguido, retiramos el hueso clavándole un cuchillo para hacer presión, se extrae y se reserva, fácil ¿eh?. Por último, se lamina en gajos para facilitar la trituración posterior con el tenedor. Un truco: el hueso tiene una utilidad básica, ya que el aguacate se oxida cuando entra en contacto con el aire, tomando un color negruzco, pero si al dejarlo reposar en la nevera hasta que nos lo comamos, colocamos el hueso en el guacamole, seguirá con el color vivo sin ennegrecerse.

2. Lavamos bajo el grifo y picamos las hojas de cilantro. Cuidado que el cilantro potencia mucho el sabor, soy de la opinión de añadir poco a poco al mezclar y probar hasta conseguir el punto que más te guste.

3. Hacemos los mismo con el tomate y la cebolleta, los lavamos y los picamos. Cuando más pequeño lo piquemos, mejor resultará la textura del guacamole. Si lo deseáis, antes de picar el tomate, se puede pelar la piel con ayuda de un pelador.

4. En un bol grande, para que sea cómodo triturar con el tenedor, se colocan los aguacates, tomate, cebolleta y cilantro picado. Todo se tritura y remueve con el tenedor. A la mezcla se le añade un buen pellizco de sal y unas gotas de limón, se remueve de nuevo y se prueba. ¿Qué tal? ¿Conseguido?, sino, se añade un poquito más de sal, limón o cilantro al gusto. ¡Que disfruten de un guacamole padre!