La India ha resultado ser mucho más que un destino al que viajar. Ha sido un lugar donde las emociones se viven muy intensamente, en el que he llorado de la emoción y donde la sonrisa de su gente me ha cautivado ya para siempre.

Siempre que viajamos a Asia, me gusta hacerlo en tour privado, con guía y chofer porque eso me da la tranquilidad de encontrarme siempre atendida, pero a la vez, me da la libertad de un viaje solos, donde la flexibilidad es contante en horarios y visitas.

En esta ocasión, el viaje lo organizó Exoticca Travel, una agencia internacional de viajes que me ofreció la oportunidad de descubrir La India a través un recorrido por el triángulo de oro: Delhi, Jaipur y Agra.

Partimos de Madrid hacia Delhi con la mente preparada para vivir uno de los viajes más alucinantes de mi vida. La App de Exoticca nos hizo la vida muy fácil y además de marcar con detalle el recorrido previsto para cada día, nos indicó el punto en el que nuestro guía nos estaría esperando en el aeropuerto, de modo que fue muy fácil comenzar nuestra aventura.

Habíamos llegado a Delhi, una ciudad caótica y divertida a partes iguales en la que la visitas a los templos y monumentos más importantes se alternaron con paseos por las calles más bulliciosas que hayas visto jamás

Visitamos el templo Bangla Sahib de los Sikhs, estuvimos en la Mezquita Real Yama Masjid (construida en piedra arenisca roja y mármol blanco), visitando también el barrio musulmán que hay a su alrededor, lleno de restaurantes y tiendas que recuerdan a la vida que Aladino y su lámpara debieron llevar en Agrabah. 

De ahí nos dirigimos en auto (tuk-tuk) a la zona del mercado de Chadni Chowk donde hicimos algunas compras.Puestos abarrotados de gente, tiendas de especias y un sin fin de textiles que tiñen de mil colores sus callejuelas.

Visitamos también el lugar donde fue incinerado Gandhi en el que me impresionó el respeto con el que los locales veneran a este líder de La Paz, y la puerta de la India, alrededor de la cual se citan a diario miles de personas en torno a incontables puestos de comida callejera. La comida callejera en la India está por todas partes, a todas horas y aunque yo no la probé (recomendación de mi médico) el ambiente que crean estos puestos es único.

Pero sin duda lo que más me gustó de toda la ciudad fue el mausoleo del emperador Humayun, un complejo de estilo mogol declarado Patrimonio de la Humanidad que fue inspiración del Taj Mahal. Rodeado de jardines y bosques, uno puede trasladarse perfectamente a otra época. El silencio, el cantar de los pájaros y una niebla matinal crearon magia eso este lugar donde la tumba de Isa Khan (un noble de la corte del emperador), me enamoró para siempre: es la tumba más bonita que he visto jamás.

Desde Delhi nos trasladamos en coche hasta Jaipur. El camino es farragoso y se hace largo porque las carreteras en la India son muy malas, pero merece la pena cada minuto que dura por el maravilloso destino que nos espera: Jaipur, la ciudad rosa, tan romántica como bulliciosa, es además de rica en cultura, una maravilla para las compras que quieras hacer en la India ya sean ropa. pashminas, joyas o artesanía local.

El palacio de los Vientos, construido en piedra rosa y el Palacio de la Ciudad del maharajá con algunas de las puertas más bonitas que he visto en mi vida  y en el que una parte del palacio ha sido destinada a celebraciones de bodas y eventos, y otra parte a la vida privada del maharajá y su familia, son dos visitas que no puedes perderte.

Pero la visita que más me gustó de todas fue la del fuerte Amber. La subida al fuerte puede hacerse en elefante (nosotros decidimos no hacerlo porque me encantan los elefantes y me da mucha pena verlos fuera de su entorno natural) o en jeep, que era el medio que estaba previsto en nuestro itinerario. Sin embargo, nuestro guía, Arvind,  nos ofreció subir en coche para poder parar en el pozo Panna Meena ka Kund y en el templo Shri Jagat Shiromani Ji Temple, y así lo hicimos.

Las dos paradas fueron increíbles, pudimos ver cómo los maharajás se refrescaban del calor del verano de Jaipur (que llega a casi los 50 grados) en un pozo con las escaleras más increíbles que puedas imaginar, y un templo pequeño pero precioso en el que veneraban a Meera bai, Krishna y Vishna.

La siguiente parada el fuerte Amber, uno de los monumentos más bonitos de la India en el que pasamos toda la mañana aprendiendo de la vida del maharajá y de la maharaní, de los espejos incrustados en los techos para reflejar la luz de las velas por la noche, de la belleza con que todo está planificado en este fuerte. Además por la noche volvemos para cenar allí en un ambiente precioso que recordaba a las mil y una noches.

Partimos de Jaipur con la maleta llena de compras en dirección al destino más ansiado de todo el viaje, el que ponía camino a Agra y al Taj Mahal, mi sueño desde que mi abuela hace muchísimos años, me regalara un pequeño Tal Mahal que me trajo de su visita.

A la llegada a Agra visitamos el Fuerte Rojo, uno de los que más me gustó de todo el viaje, por su localización, por su mezquita que recuerda mucho a la de Córdoba y porque vivimos un atardecer inolvidable en él.

La visita al Taj Mahal es una de las que quedarán en mi memoria para siempre. Guardo como un tesoro todas las emociones que esta visita me regaló y en la que estuvimos solos en el palacio durante 10 minutos al amanecer. Entramos los primeros gracias a nuestro guía y eso hizo que viviéramos uno de los momentos más mágicos de nuestra vida. Lloré de la emoción de ver la belleza inagotable de este edificio que sin duda es el más bonito que he visto en mi vida. Simetría y belleza llevamos al extremo. Indescriptible.

Tres la visita nuestro viaje había llegado a su fin, pero aún nos reservaban una experiencia super recomendable y muy divertida. La despedida de nuestro viaje fue una comida en casa de una familia donde nos enseñaron cómo cocinan y comen las familias en la India. Una experiencia muy interesante en la que además aprendí a hacer roti, uno de mis panes hindúes favoritos.

Un viaje absolutamente inolvidable, lleno de momentos mágicos que se quedan en mi corazón ya para siempre. Cuánto me has dado India a cambio de tan poco. Para volver y volver

Post creado en colaboración con Exóticca Travel

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