Estos Roscos de anís son sin duda el dulce de navidad favorito de Juanje. Es curioso, como siendo tres en casa, ninguno coincidimos en nuestro favoritos y aunque en general todos comemos de todo (menos Juanje que es el menos dulcero), cada uno tiene sus preferencias.

Hace muchos años que descubrí el placer de hacer turrones y mantecados y demás dulces de Navidad en casa, y ya no compro ninguno salvo que de pronto quiera probar algún mantecado de un obrador artesanal de monjitas.

Estos roscos además de estar riquísimos son muy fáciles de preparar y no hace falta tener experiencia ninguna en la cocina para que salgan riquísimos, así que espero que os animéis prepararlos y a disfrutar del sabor de los hecho en casa con amor.

Ingredientes

  • 400 g de harina
  • 65 g de sésamo
  • 100 g de azúcar glas
  • 150 g de manteca de cerdo
  • 2 de cucharadita de canela
  • 3 cucharadas de anís dulce
  • la ralladura de un limón
  • 90 ml de vino dulce
  • azúcar glas para decorar

Preparación

Precalentamos el horno a 160ºC

Tostamos el sésamo a fuego suave en una sartén.

Tostamos la harina en una sartén moviendo sin parar para que se vaya tostando pero sin quemarse, Sabremos cuando está cuando haya perdido el blanco y tenga un color ligeramente tostado

Tamizamos la harina y añadimos la canela, la ralladura de limón y el azúcar glas y devolvemos el sesamo a nuestra mezcla. Mezclamos con una cuchara y añadimos la manteca a temperatura ambiente. Mezclar bien y añadir el vino moscatel y el anís. Amasar con las manos hasta que la mezcla sea homogénea y no se pegue a las manos.

Pasarla a la superficie de trabajo sobre un papel de horno. Extendemos la masa ligeramente con las manos y cubrimos con otro papel e horneado. La extendemos con ayuda de un rodillo. Tiene que quedarnos una plancha de al menos 1,5 cm de grosor.

Con ayuda de un cortador de galletas redondo, cortamos los roscos. Para hacer el agujero del centro yo usé un descorazonador de manzanas, pero si no tenéis podéis usar la punta del mango de una cuchara grande de palo.

Colocamos los roscos sobre una bandeja de horno sobre la que habremos puesto un papel de hornear.

Horneamos durante unos 15 minutos hasta que estén ligeramente dorados. Con mucho cuidado los pasamos a una rejilla para que se enfríen completamente, y cuando ya no estén calientes, los espolvoreamos con azúcar glas.

Trucos y consejos

  • Puedes añadir ralladura de naranja
  • Se conservan muy bien en un recipiente hermético o en una lata
  • Son perfectos para regalar
  • Dificultad: fácil
  • Tiempo de preparación: 30 minutos
  • Raciones: 25 roscos

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