El Kulich, es un pan de Pascua que se disfruta en muchos países Europa del Este y en Rusia, y que además de ser precioso, se caracteriza porque es muy alto, más que su base.

La parte de arriba es redondeada y siempre va cubierta de una capa de glaseado de azúcar.

La leyenda cuenta que la parte superior de este delicioso bollo cubierta del blanco glaseado,  representa la cúpula de una iglesia, y es que se trata de un dulce con una historia religiosa: siempre decorado con flores en la tradición ortodoxa se bendice en la misa de medianoche antes del domingo de Pascua. Las flores suelen ser de los colores litúrgicos que además representan la entrada de la primavera y yo los he acompañado de unos pequeños huevos de Pascua.

La masa se prepara con azafrán y la mayoría de las veces se rellena de pasas. Sin embargo, las normas están para cambiarlas y yo los he rellenado con ralladura de naranja y unos trozos de chocolate y os aseguro que por nada del mundo los cambiaría por pasas.

Los moldes son altos y estrechos así que yo he usado lo que tenía: una lata de tomate, otra de café, un recipiente redondo de cerámica y un molde de panetone. Todos bien engrasados y con un papel de horneado en el contorno que ayudó a que la masa subiera sin salirse del molde. Esta receta  es mi versión de la masa de los bollos de Santa Lucía de Zoe Francois aunque he modificado varios ingredientes y algunas cantidades.

Los bollos son típicos de Pascua, pero en casa pienso hacerlos todo el año porque ¡están riquísimos!

Ingredientes

Para la masa de azafrán

• 115 g de agua
• 4 hebras de azafrán
• 350 ml de leche entera (como yo tenía leche semidesnatada, puse 300 ml de leche y 50 ml de nata líquida)
• 120 g de queso crema (la receta original pide queso quark pero yo no tenía y con el queso crema salió delicioso)
• 3 huevos grandes
• 30 g de levadura fresca de panadería (o 10 g de levadura seca de panadería)
• 10 g de sal fina
• 140 g de azúcar granulada
• 1/4 cucharadita de cardamomo molido
• 1/(4 cucharadita de vainilla en polvo
• 880 g de harina de fuerza
• 50 g de maicena
• 115 g de mantequilla sin sal derretida

Para el relleno

• la piel de una naranja rallada
• 120 g de chocolate negro picado a cuchillo

Para la terminación

• Mantequilla o aceite o spray para engrasar los moldes
• papel de horneado para cubrirlos
• 1 huevo con 2 cucharadas de agua parta pintar los kulich antes de hornearlos

Para el glaseado

• 250 g de azúcar glas
• 3 cucharadas de agua
• 1 cucharada de zumo de naranja
• unas gotas de extracto puro de vainilla

Para decorar los kulich

• unas flores
• unas ramas de romero
• unos huevos de chocolate

Preparación

En un vaso calentamos ligeramente la leche. La ponemos en un bol grande y desmenuzamos la levadura fresca. Añadimos el agua, el azafrán, el queso crema , los huevos, la levadura, la sal, el azúcar, la vainilla y cardamomo y mezclamos bien.

En un bol mediano mezclamos la harina con la maicena.

Con ayuda de una batidora eléctrica equipada con el accesorio de pala o T, añadimos la mezcla de harina al bol de líquidos alternándola con la mantequilla derretida hasta que se forme una masa suave. No es necesario amasar la masa.

Cubrimos el bol (ya sabéis que yo uso un gorro de ducha de plástico para todas mis masas), y la dejamos levar (reposar) durante 2 horas dentro del horno apagado hasta que casi duplique su tamaño.

Pasado este tiempo, la dejamos reposar en la nevera hasta el día siguiente. Este reposo hará que la masa coja mucho más sabor. Podemos dejarla entre 4 horas y hasta 4 días . Lo mejor es dejarla la noche, pero si lo prefieres puedes prepararla un día y hornearla unos días después

Engrasamos los moldes que vayamos a usar y colocamos un papel de horneado a todo alrededor ene el interior. En principio, no es necesario, pero como yo usé latas que no eran moldes preferí esta opción para evitar que se pegara, y funcionó muy bien, así que os lo recomiendo.

Sacamos la masa de la nevera y la dividimos en trozos. Mis moldes no eran iguales así que dividí la masa en dos.

Ponemos un poco de harina sobre la encimera. Ponemos un trozo de masa primero y extendemos con ayuda de un rodillo espolvoreado co un poco de harina. Repartimos la mitad de la ralladura de naranja y la mitad del chocolate picado a cuchillo. Cortamos la plancha por la mitad y colocamos una parte sobre la otra, de modo que la parte de arriba quede con relleno y bajo esta el otro relleno.

Cortamos en dos partes siendo una grande y la otra pequeña. Doblamos el trozo grande doblando las esquinas hacia dentro. Le damos la vuelta y formamos una bola rotando la bola con las manos de modo que la parte de los pliegues queden escondidos hacia abajo. Ponemos la bola en el molde más grande.

Repetimos con el otro trozo y lo ponemos en la lata pequeña.

Con el otro trozo de masa repetimos todos el proceso y la cortamos en dos partes casi iguales (mis moldes eran muy parecidos)

Cubrimos los moldes con un poco de papel film engrasado pero sin fijarlo. Simplemente dejándolo caer sobre los moldes. Los introducimos en el horno apagado y los dejamos reposar durante 90 minutos.

Pasado este tiempo sacamos los moldes del horno y lo precalentamos el horno a 180 ° C y ponemos una rejilla en el centro del horno.

Batimos el huevo con el agua y con ayuda de un pincel de cocina, pintamos los kulich con cuidado de que la masa no se baje. Horneamos entre 40 y 50 minutos de pendiendo del tamaño del molde.

Pasado este tiempo dejamos enfriar completamente antes de desmoldar. Ponemos los kulich sobre la rejilla.

En un tazón, mezclamos el azúcar con el zumo de naranja, la vainilla y el agua. Debe quedarnos un glaseado muy espeso aunque suficientemente maleable como para poder repartirlo sobre los kulich.

Podemos decorarlos con unos huevos de chocolate, unas ramas de Romero y unas flores

Trucos y consejos

No tengas prisa. Es una masa muy fácil de preparar pero que necesita su tiempo de reposo