Estas galletas de jengibre te van a volver loco ya verás. Cuando Javi me pidió este año que le preparara los gingerbread man de cada año, caí en la cuenta de que nunca había compartido esta receta con vosotros.

Es una receta que tengo hace muchos años y que me traje de un viaje al Reino Unido mucho antes de dedicarme a esto. En aquél viaje probé unas galletas que me encantaron porque no tenían el sabor amargo que muchas galletas de jengibre tienen y que a mí no me gustan. Estábamos en casa de una amiga y una chica las había hecho por su cumpleaños. ¡Me parecieron riquísimas! así que le pedí la receta ¡y me la dio!

A partir de ahí,  hice algún ajuste en cantidades de azúcar, sirope y jengibre pero desde hace muchos años la tengo fija siempre.

Respecto al azúcar, si usas azúcar moreno oscuro te saldrán más oscuras. Dentro de los azúcares morenos los hay de diferentes tonos dependiendo de su origen y yo prefiero usar el azúcar moreno más claro que encuentro. Podéis usar azúcar moreno normal o incluso azúcar blanco. La única diferencia será el color.

Otro factor que incide directamente en el color es el tipo de sirope o miel que empleéis en la receta. La melaza o la miel de caña os darán un tono más oscuro mientras que la miel de flores o el sirope os loo darán más dorado. A mi me gustan claritas y por eso uso golden syrup que encontraréis en tiendas de comida inglesa y supermercados internacionales y en tiendas como Maria Lunarillos.

En fin, no me enrollo más, pronto os traeré mi pueblecito de jengibre pero mientras tanto nos quedamos con estos hombres de jengibre tan ricos.

Ingredientes

Para las galletas:

  • 145 g de mantequilla
  • 115 g de azúcar moreno clara
  • 115 g de sirope dorado, sirope de agave o miel de caña
  • 1/4 de cucharadita de nuez moscada molida
  • 1/4 de cucharadita de clavo molido
  • 1/4 de cucharadita de jengibre molido
  • 1 cucharadita de canela
  • 1 cucharadita de extracto puro de vainilla
  • 1 huevo
  • 400 g de harina de repostería

Para el glaseado

  • 200 g de azúcar glass
  • 1 clara de huevo
  • unas gotas de aroma de vainilla (opcional

Preparación

Para la masa de las galletas, mezclamos la mantequilla con el azúcar. Yo lo hice a mano pero podéis usar una batidora eléctrica. Cuando esté bien mezclado añadimos las especias y volvemos a amasar un poco. Agregamos ahora el sirope o miel y la vainilla junto con el huevo y mezclamos bien. Yo usé un batidor danés como este porque es súper cómodo y muy fácil de manejar (ya lo hemos usado muchas veces en las masas de pan y panecillos).

Añadimos la harina en tres veces mezclando cada vez cuando la hayamos añadido toda, amasamos con las manos para formar una bola. Formamos una bola, que dividimos en dos partes.

Estiramos cada una de las porciones entre dos láminas de papel de horneado con ayuda de un rodillo, hasta dejarlas de unos 3-4 mm de espesor. Las colocamos sobre una bandeja y las llevamos a la nevera durante una hora o 20 minutos en el congelador.

Pasado este tiempo, preparamos una bandeja de horno con papel de horneado y sacamos las galletas. Retiramos el papel superior, y con ayuda de un molde cortador vamos cortando los muñecos.

Precalentamos el horno a 175 grados. Vamos poniendo las galletas sobre la bandeja de horno preparada y las horneamos entre 10 y 12 minutos dependiendo de si las hemos congelado. Las dejaremos en el horno hasta que los bordes estén ligeramente dorados. Dejamos las galletas en la bandeja unos minutos y las pasamos a una rejilla hasta que estén completamente frías.

Cuando estén frías, preparamos el glaseado que nos va a servir como decoración. Batimos el azúcar, las gotas de vainilla y la clara de huevo, primero despacio, y luego más rápido (podéis hacerlo con varillas eléctricas pero yo lo hago a mano con unas varillas pequeñas) hasta que la crema tenga cuerpo y esté bien espesa.

Ponemos el glaseado a una manga pastelera equipada con una boquilla redonda lisa pequeña, y decoramos como más nos apetezca.

Truco y consejos

  • Congelan perfectamente con o son glaseado
  • Si vivís en un lugar sin humedad os durarán crujientes en una lata durante días ¡si sois capaces de no comerlas todas!
  • Dificultad: fácil
  • Tiempo de preparación:
  • Raciones: depende del tamaño de las galletas pero os saldrán bastantes para hacer feliz a varias personas a la vez

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