Este biscuit glacé es probablemente la receta que más ilusión me hace traeros porque no es una receta mía, sino de mi bisabuela. está en mi libro Loleta by Loleta pero esta Navidad me hace mucha ilusión compartirla con vosotros

Se trata de un postre helado con una base de almíbar que es como se hacían los helados cuando no había neveras y se enfriaban con barras de hielo

A lo largo de los años esta receta ha que ha quedado en la familia sin moverla ni una coma. Mi abuela Magdalena la preparaba en las reuniones familiares y luego ha sido mi madre la que en cada celebración familiar ponía el biscuit listo en la mesa.

Guardo en mi retina muchos recuerdos de reuniones familiares en las que este delicioso postre ha estado presente. Recuerdos imborrables que hacen que viva convencida de que he tenido una infancia muy feliz rodeada de la mejor familia del mundo mundial.
Esta receta es mi homenaje a todas esas recetas familiares que todos tenemos de alguna manera, esas que hacen que estemos unidos de manera especial a la cocina, esas en las que la magia de la felicidad está siempre presente.

Ingredientes

Para el biscuit glacé

  • 9 yemas de huevos ecológicos
  • 375 ml de nata líquida
  • 120 g de azúcar (100 g más 20 g)
  • 150 ml de agua
  • 1 cucharadita de extracto puro de vainilla

Para la salsa de chocolate

  • 100 g de chocolate negro
  • 100 g de chocolate con leche
  • 200 ml de nata líquida

Preparación

Preparamos un molde rectangular asegurándonos de que está bien limpio y reservamos.

Lo primero que tenemos que hacer es montar la nata. Montamos la nata montada con 20 g de azúcar hasta que formen picos firmes (ver mi receta de nata montada en el capítulo de recetas básicas en la página xxx) y la reservamos en la nevera.

Ahora continuamos montando las yemas. Para ello, las ponemos en un bol de batidora eléctrica y batimos a velocidad media-alta. Deben cambiar de color y triplicar el volumen.

Mientras las estamos batiendo ponemos el almíbar a cocer: en un cazo ponemos el agua con 100 g de azúcar y dejamos cocer a fuego medio-alto hasta que haya espesado. Necesitamos 165 ml de almíbar espeso para las yemas.
Una vez lo tengamos, comenzamos a volcarlo a velocidad baja sobre las yemas en hilo sobre el borde del bol. Hay que hacerlo muy poco a poco porque de otro modo las yemas cuajarían y se echarían a perder.

Cuando hayamos añadido todo el almíbar continuamos batiendo hasta que las yemas endurezcan un poco. Se nota cuando están listas porque se vuelven menos espumosas y la textura cambia.

Paramos la batidora y con ayuda de una espátula comenzamos a unir la nata con las yemas. Es importante hacerlo con movimientos envolventes para que las yemas no se bajen.

Volcamos la mezcla en el molde que tenemos preparado. Lo llenamos hasta arriba y tapamos con un papel film. Dejamos en el congelador 24 horas.

Para la salsa de chocolate caliente, calentamos en un cazo la nata líquida hasta que hierva. Picamos con un cuchillo de sierra el chocolate y lo ponemos en un bol. Añadimos la nata hirviendo al chocolate en dos veces. Volcamos la mitad y dejamos reposar unos 30 segundos.

Movemos un poco y terminamos de añadir la nata. Mezclamos hasta tener una crema lisa y uniforme. Cuando el helado esté listo, desmoldamos. Solo hay que poner el molde con cuidado debajo del grifo de agua caliente y se desmoldará sin problema.

Servimos acompañado de la salsa de chocolate bien caliente.

Trucos y consejos

  • Puedes preparar la salsa de chocolate con anterioridad
  • Tiempo de preparación: 30 minutos más 12 horas de congelador
  • Dificultad: media
  • Raciones: 10

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