Estas shortbread o galletas de mantequilla me encantan. Ya sabéis que repito una y otra vez las galletas de Carol, pero estas son una versión más refinada de las típicas galletas escocesas de mantequilla. No te voy a engañar. No. No te diré que son unas galletas ligeras porque tiene un montón de calorías. Pero sí te diré que tomar una de vez en cuando me hace infinitamente feliz.

Su sabor tan característico me recuerda a aquellas escapadas de mi madre y mi abuela a Ceuta. Entonces por aquí no se encontraban los productos europeos que ahora tenemos en cualquier supermercado de barrio.

Cuando yo era pequeña íbamos todos los años a GIbraltar para compra las galletas y chocolates que tanto nos gustaban pero que por aquí no se vendían, y mi madre se escapaba también un par de veces al año a Ceuta. Era una excursión muy divertida que hacía con mi Tía Nena y con mi abuela: barco temprano desde Algeciras, día de compras desenfrenado y vuelta por la noche para llegar de madrugada.

Me encantaba levantarme esas mañanas para descubrir qué nos había traído mi madre: unas nuevas gominolas, las latas de la mantequilla francesa más suave que pudieras imaginar o una caja de las galletas más ricas del mundo. Una lata metálica, decorada con cuadros escoceses y que contenía unas galletas que devorábamos mis hermanos y yo. Eran estas galletas shortbread. Unas galletas escocesas que desde siempre me apasionan y que me encantó aprender a hacer.

Esta versión de hoy, es la que se sirve en el Palacio de Buckingham. Es mucho más dulce y fina que otras y la que más se parece a aquellas galletas de las latas que aún hoy compro de vez en cuando, ahora sí en el súper de casa. Unas galletas finas y suaves dignas de cualquier merienda en tu casa y con las que quedarás como una auténtica reina.

Ingredientes

  • 500 g harina
  • 260 g de maicena
  • 1/2 cucharadita de sal
  • 500 g de mantequilla sin sal, a temperatura ambiente
  • 250 g de azúcar granulada
  • 1/2 taza de azúcar para rociar por encima

 

Preparación

En un tazón mediano, bata la harina, la maicena y la sal hasta que estén bien mezcladas.

En un bol de batidora eléctrica,, batir la mantequilla hasta que esté cremosa. Batir el azúcar hasta que la mezcla esté ligera y esponjosa (unos 2 minutos, raspando los lados y la parte inferior del recipiente según sea necesario.

Agregar la mezcla de harina en dos o tres adiciones hasta que forme una masa suave. Envolver la masa de las Shortbread o galletas de mantequilla con papel film y enfriar durante 30 minutos. Precalentar el horno a 150 C.

En una superficie ligeramente enharinada, poner la masa sobre un papel de horneado y estirar hasta tener 1 cm de grosor,y un rectángulo de 10 x 16 cm. (Utilizo una regla de cocina para medir bien) Poner la masa sobre una bandeja de horneado o como yo cobre un molde de galletas, y hornear hasta que la masa esté ligeramente dorada y firme al tacto (unos 90 minutos)

Poner el Shortbread o galletas de mantequilla sobre una superficie dura y rociar inmediatamente con abundante azúcar. Mientras esté aún caliente, y con ayuda de una regla y un cuchillo bien afilado, cortar el shortbread en pedazos de unos 2 cm por 4 y dejar enfriar completamente sobre una rejilla.

Trucos y consejos

  • Cómete unas cuantas Shortbread o galletas de mantequilla y congela el resto. tendrás que envolverlas bien en papel film porque de otro modo, la mantequilla cogerá sabor a nevera, pero si las envuelves bien podrás disfrutar de ellas cada vez que te apetezca
  • Acompáñalas de un té
  • Dificultad: media
  • Tiempo de preparación: 2 horas

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