Todos los días, intento no fallar en mi regalo diario: un momento de relax para mi con el que para en la actividad diaria. Mi momento perfecto es ese que intento no saltarme ningún día. He pasado por momentos en mi vida de mucho estrés, de esos en los que no te hayas por más que corras, y en los que la frustración cada día al irte a la cama te puede porque te has dejado pendientes un montón de cosas sin hacer de esa lista malvada que cada día completas con mil obligaciones.

Desde que eres pequeño oyes que en la vida la experiencia es un grado, y cuando vas viviendo tu propia vida, te das cuenta de que es verdad. de que la vida es la mejor profesora y que con ella es con la que aprendes a caerte y levantarte, a equivocarte y a acertar.

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Y como de todo se aprende, desde hace ya muchos años, yo me dedico todos los días 10 o 15 minutos, mii regalo diario. Da igual que esté hasta arriba de trabajo, que no tenga tiempo de hacerme la manicura o de ver a mis amigas. Lo que no me salto ningún día es ese momento perfecto, mii regalo diario, cada día, que me dedico a mi. A ojear una revista o como casi siempre, a soñar con mi próximo viaje (planificado o no, real o no).

Un momento que dedico al relax, en el que espanto las obligaciones y la lista malvada de cosas por hacer. No tiene una hora fija, pero suele ser por la tarde, cuando vuelvo de recoger a mi hijo del colegio y él está con sus deberes en su cuarto.

Vuelvo a casa y me siento 10 o 15 minutos. Y no los uso para ordenar la agenda, ni para organizar el día. Los uso para relajarme, para hacer una paradita antes de continuar con la tarde, mi regalo diario. En ellos me paro para recrearme en todo lo bueno que tiene mi vida, en ese viaje que me tiene loca, en soñar un ratito despierta.

Ese es mi momento, el momento que me dedico y tras el cual tengo de nuevo toda la ilusión y energía de la mañana para seguir con la tarde (que últimamente son muyyy largas). Lo termino con súper abrazo fuerte a mi hijo y un beso a mi marido, que me reconfortan y me recuerdan lo feliz que soy teniéndolos en mi vida. Es un mini paréntesis del día: una infusión calentita en invierno y con hielo en verano.

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¿Y qué infusión me tomo? Pues ya sabéis que me encantan y que voy comprando por donde voy, pero últimamente me he vuelto exigente e intento que además de buenas, las infusiones me cuiden. Mi favorita, Adelgasana con sabor a cítricos de Susarón porque lleva manzanilla, azahar y melisa lo que además hace que me relaje completamente antes de volver al torbellino de la tarde.

Anímate a probarlas ahora que además estás de suerte, por que puedes participar en la campaña Mi momento Susarón. Podrás conseguir un montón de premios para hacer tu momento Susarón inolvidable.

Así que ya sabes, no te olvides de dedicarte unos minutos cada día, respirar hondo y soñar despierta. La mejor terapia para comerte el día y no al revés.

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Post patrocinado por Susarón. Las infusiones las puedes encontrar en Carrefour y Alcampo.

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