Estas galletas Linzer rellenas de mermelada casera de fresas son una perdición. Primero porque la mermelada de fresas es un manjar, y aunque la que necesitamos para rellenar y debe tener una consistencia espesa, (lo que se consigue dejarla cocer mucho tiempo), resulta increíblemente rica. es curioso porque no me gusta la mermelada de fresas de bote. la de melocotón y albaricoque sí, pero la de fresas solo la tomo si es casera y esta receta es lo más.

De las galletas, todo lo que os diga es poco. Son unas galletas crujientes, muy finas y con un sabor increíble. Necesitan tener todas el mismo grosor (unos 4 mm) para que luego cuando estén rellenas y dobles, resulten cómodas de comer, y os aseguro que no os vais a arrepentir de hacerlas. Y es estas galletas Linzer rellenas de mermelada casera de fresas, tienen un sabor y una textura increíbles.

Es verdad que necesitan su paso a paso pero podemos simplificar:

1. La mermelada la podemos hacer con semanas de antelación. es más, si hacemos la mermelada de nuestra fruta favorita triturada, nos aseguramos de que siempre podamos usarla para rellenar galletas. Solo tendremos que vigilar la textura, pero si resulta demasiado líquida, soplo deberemos ponerla a cocer un rato más en un cazo y asunto arreglado. Soplo os pido una cosa: haced la mermelada casera porque no os vais a arrepentir

2. La masa de las galletas podemos hacerla hasta 3 días antes, incluso hacerla, estirarla y congelarla. Si lo hacemos antes de cortarlas galletas, luego solo tendremos que usar nuestro corta pastas y hornear directamente. Si lo preferimos, podemos congelarlas ya cortadas, de modo que luego solo tendremos que colocarlas sobre una plancha de horno y hornearlas.

De este modo simplificamos el trabajo y sobre todo la organización. pero os seguro que no os arrepentiréis de prepararlas, porque son absolutamente deliciosas. Ya me contaréis… Por que además con ellas ¡celebramos este año San Valentín! junto con otras recetas ricas que pondrán un gran corazón en tu mesa

Ingredientes

  • 375 g de harina
  • 3 g de sal (un pellizco)
  • 255 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
  • 190 g de azúcar granulada
  • 1 yema de huevo grande
  • 1 cucharadita y media de extracto puro de vainilla
  • azúcar glas para espolvorear

para la mermelada de fresas

  • 500 kg de fresas frescas
  • 250 g de azúcar (normal o especial para mermeladas)
  • 1 cucharada de pectina (opcional)
  • el zumo de un limón

Preparación

Comenzar preparando la mermelada.

Para ello picar las fresas. En un cazo, poner las fresas trituradas, el zumo de limón y el azúcar. Dejar hervir 5 minutos a fuego alto hasta que comiences a espumar. Cuando rompan a hervir, bajar el fuego a media potencia y dejar cocer entre unos 50-60 minutos hasta que la mermelada haya espesado. Es importante ir machacando la fruta para que al final quede una mermelada lisa y sin grumos.

Si usamos pectina con azúcar normal, o si usamos azúcar especial para mermeladas, con 30 minutos será suficiente para conseguir una textura espesa y untable.

Pasado este tiempo, dejare enfriar. Cuando esté fría comprobar si la textura es lo suficientemente espesa como para poder untarla. Si no fuera así, pondremos de nuevo a cocer media hora hasta conseguir la consistencia necesaria. Reservar

Para la masa de las galletas, en un tazón mediano, mezclar la harina y la sal. Reservar

En el bol de la batidora eléctrica poner el accesorio de pala (en forma de T), poner la mantequilla y el azúcar y batir a velocidad media, aproximadamente 2 minutos, hasta que esté suave y esponjoso.

Con ayuda de una espátula bajar lo que haya quedado pegado a los lados y añadir la yema de huevo y la vainilla, y mezclar a baja velocidad, alrededor de 15 a 30 segundos, hasta que se haya incorporado. Puede que no esté completamente mezclado, pero es mejor no mezclar de más porque las galletas podrían romperse al hornearse.

Otra vez, bajar lo que haya quedado pegado a los lados con la espátula y añadir la mezcla de harina en tres veces, mezclando a baja velocidad, aproximadamente 30 segundos cada una, hasta que se haya incorporado. Antes de terminar de incorporar la última parte de harina, volver a raspar los lados del bol para bajar lo que haya quedado pegado en las paredes del bol

En la superficie de trabajo volcar la masa y dividirla en 2 porciones iguales. Formar un disco redondo con cada una. El calor de tus manos ayuda a que la masa se junte. Poner cada una entre dos papeles de horneado y estirar la masa formando una plancha de unos 4 mm de grosor. Dejar reposar en la nevera durante al menos tres horas.

Precalentar el horno a 175° C y poner un papel de horneado en cada bandeja que vayamos a usar para hornear las galletas. Reservar

Con un cortador redondo de 5 cm aproximadamente, cortar las galletas de la masa. Hay que cortar una tanda sin agujero y otra con agujero para que luego podamos unirlas con la mermelada.

Repetir el proceso con los recortes de masa hasta conseguir tener todas las galletas cortadas y emparejadas (necesitamos el mismo número de galletas con y sin agujero).

Hornear cada bandeja a 175° colocándolas a media altura del horno, durante 8-10 minutos, girando la bandeja a mitad de la cocción, hasta que las galletas estén doradas en los bordes.

Colocar la bandeja sobre una rejilla para enfriar y dejar enfriar durante 5 minutos antes de transferir las galletas directamente a la rejilla para que se enfríen completamente.

Para formarlas, colocar las galletas con agujero sobre una placa y espolvorear de azúcar glas.

Coger las que no tiene agujero y rellenar con la mermelada de fresas colocando una cucharadita en el centro dejando un borde de 1 cm sin relleno. Hay que tener cuidado de no poner demasiado porque entonces saldría de la galleta. Cubrir con una galleta con agujero espolvoreada de azúcar glas y presionar ligeramente ¡A disfrutar!

Trucos y consejos

  • Congelan bien y se conservan en una caja hermética durante un par de días, pero hay que tener cuidado con la humedad porque enseguida se ponen blanditas, aunque la textura es parecida a las pastas de té y de todas maneras están deliciosas.
  • Puedes rellenar las galletas con crema de limón o con mantequilla de cacahuetes
  • La masa puede conservarse en la nevera antes de hornearla un par de días
  • Tiempo de preparación: 60 minutos
  • Dificultad: media
  • Raciones: 25 galletas

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