Hoy te traigo un delicioso crumble de frutos rojos, un postre perfecto para cualquier ocasión, pero sobre todo ideal si quieres sorprender a tu pareja la noche de San Valentín.

El crumble es un plato de origen británico que puede hacerse dulce o salado, aunque es mucho más frecuente encontrarlo dulce. Es muy típico en Gran Bretaña e Irlanda que se elabora con frutas y se cubre con una masa de harina, azúcar y grasa.

Se convirtió en un plato muy popular en la Segunda Guerra mundial cuando debido a las carencias y racionamiento de alimentos, no era fácil encontrar los ingredientes para hacer las pies (tartaletas).

Esta receta de hoy es básica pero deliciosa, pero te animo a que incorpores otros ingredientes en tus recetas, como copos de avera o frutos secos, que harán que este crumble suba aún más de categoría.

Allí usan mucho el ruibarbo, las manzanas y en general cualquier fruta con un toque ácido, aunque con melocotones, por ejemplo, también es lo más. Puedes usarlas frescas si quieres, pero congeladas quedan muy bien y son más baratas, así que además quedarás bien por poco. Solo tardarás unos minutos en elaborarlo. El resto se hace en el horno, solo así que resulta ideal mientras terminas de preparar las velas y las copas.

Se pueden hacer con casi cualquier fruta. Y aunque reconozco que este es mi debilidad, me encanta de manzanas o peras aunque ahí añado un extra de vainilla que va genial con esas frutas. pero te animo a que inventes y pruebes con tu fruta favorita.

Me encanta tener unas migas de crumble casi siempre hechas en casa para añadir a la crema de yogur, las natillas o al helado y convertirlo en un postre completo. Un toque crujiente delicioso que me gusta mucho más que unas galletas migadas. También me gusta mucho añadirlo como topping o cobertura en un bizcocho o unas magdalenas porque le da un toque súper original.

Ingredientes

Para la fruta

  • 800 g de frutos rojos congelados
  • 80 g de azúcar moreno

Para el crumble

  • 300 g de harina
  • 175 g de azúcar moreno
  • 1 pizca de sal
  • 200 g mantequilla en cubos a temperatura ambiente
  • 1 cucharadita de extracto puro de vainilla

Preparación

1 Precalentar el horno a 200º

2. Poner los frutos rojos en una cacerola con el azúcar moreno y mezclar bien. Dejar cocer unos minutos hasta que las frutas se descongelen y suelten todo el jugo.

3. Es importante quitar el jugo para que el crumble luego quede crujiente.Pero no lo tires. A mi me gusta usarlo como salsa en las tortitas o gofres, con helado o con yogur, así que lo guardo en un bote en la nevera.

4. En un bol grande mezclar la harina con el azúcar y la sal. Añadir la vainilla y la mantequilla y con la punta de los dedos mezclar hasta conseguir una arena gorda y los pegotes de mantequilla estén integrados con la harina. Trabajar bien la mezcla.

5. Poner las migas de crumble sobre la fruta cubriendo bien los frutos rojos.

6. Hornear durante unos 30-35 minutos hasta que la superficie esté dorada y crujiente. Servir con una bola de helado de vainilla para un toque extra de cremosidad. ¡A disfrutar corazones!

Trucos y consejos

  • Puedes usar harina de espelta, o de avena o maíz si quieres una versión sin gluten
  • Añade un puñado de tus frutos secos favoritos
  • Tiempo de preparación: 10 minutos más 30 minutos de horneado
  • Dificultad: fácil
  • Raciones: 8

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