Con estas croquetas de pollo y jamón celebramos hoy en casa el día de la croqueta. No es que esté yo pendiente de estos días, pero hoy he babeado escuchando un programa en la radio con un especial croquetas, y yo, que hasta ahora pensaba que había croquetas de sabores raritos, me he dado cuenta que la imaginación toma el poder de más de uno cuando a croquetas se refiere.

Probablemente las croquetas son mi plato favorito. No se vosotros pero en mi casa el día del cumpleaños, cada uno elige su comida favorita. Y lamía siempre son croquetas con ensalada. me encanta el caldito del aliño de la ensalada mojando la corteza crujiente de las croquetas.

Esta vez son unas muy croquetas de pollo tradicionales, y es que mi hijo llevaba meses pidiéndome las croquetas de toda la vida. Así que le he dado una sorpresa y cuando ha llegado del colegio ¿adivináis qué ha merendado? Un plato de croquetas que quitaba el sentío.

Me encantan porque además son un plato de aprovechamiento total, y si la bechamel está bien cocinada no hay nada en el mundo que lo mejore. Ese pollo sobrante después de haber hecho un buen caldo encuentra en las croquetas de pollo el mejor fin, y transformamos una carne que ha perdido mucho sabor, en una delicia para los sentidos. ¡Vamos a por ellas!

Ingredientes

Para el relleno

  • 300 g de pollo (yo siempre guardo el pollo de hacer caldo)
  • 300 g de jamón serrano muy picado
  • 1 cebolla
  • 1/2 cucharada de mantequilla
  • 1 cucharada de aceite de oliva

Para la bechamel

  • 1 litro de leche
  • 100 g de harina
  • 1 cucharada y media de mantequilla
  • 1 cucharada de aceite de oliva
  • 1/2 cucharadita de nuez moscada
  • 1/2 cucharadita de sal
  • un poco de pimienta negra recién molida

Para el rebozado

  • 300 g de pan rallado
  • 100 g de harina
  • 3 huevos
  • aceite para freír

Preparación

Ponemos la leche a calentar co le jamón picado en un cazo a fuego medio. Cuando empiece a hervir colamos el jamón.

Picamos la cebolla muy finamente, y rehogamos en una cacerola en el aceite y la mantequilla 5 minutos. Añadimos el pollo picado, y mezclamos bien. Añadimos el jamón picado y salpimentamos. Ponemos en un bol y reservamos

En la misma cacerola a fuego medio poner a derretimos la mantequilla con el aceite. Añadimos la harina y damos vueltas hasta que la harina se tueste ligeramente moviendo bien con una cuchara o espátula de madera hasta que se forme una bola.

Es muy importante que durante todo el proceso nos aseguremos de que la harina queda bien cocida tanto ahora como después con la leche porque eso es lo que hará que nuestras croquetas sean insuperables. Esta mezcla de harina con aceite y mantequilla se lama roux y es la base de todas las croquetas.

Comenzamos a añadir la leche caliente poco a poco moviendo sin parar con unas varillas (reservamos la cuchara para más tarde), cuidando que no queden grumos. pero no es lo más importante porque en el caso de que queden grumos, podemos quitarlos con ayuda de una batidora de mano en la misma sartén o cacerola.

Cuando estemos seguros de que no queden grumos, bajaremos el fuego a medio-bajo, y continuaremos cociendo la bechamel moviendo sin parar durante al menos 5 minutos. Esto hará que la bechamel quede cremosa y con un sabor riquísimo. . Añadimos la sal y la nuez moscada poco a poco hasta conseguir el sabor que mas nos guste. A mí, me gusta con mucha nuez moscada pero esto es cuestión de gustos.

Pasados unos minutos (3 o 4), añadimos el pollo y el jamón y movemos bien. Continuamos cociendo sin parar de mover, ahora de nuevo con la cuchara de madera hasta que la salsa haya perdido completamente el sabor a leche y la harina no se note (unos 10 minutos). El sabor será simplemente irresistible en ese momento.

Volcamos la mezcla sobre una bandeja de horno. Extendemos bien, cubrimos con papel film y dejamos enfriar primero fuera de la nevera y cuando ya no esté caliente, en la nevera al menos 10 horas . Lo mejor es dejarla enfriar toda la noche en la nevera.

Al día siguiente, batimos los huevos en un plato hondo, ponemos en otro la harina y en otro el pan rallado.

Con las manos o con una cuchara, cogemos una porción de masa de croquetas (el tamaño dependerá de nuestro gusto particular pero a mi degusta hacer unas pequeñitas para poder servirlas de aperitivo, y otras más grandes para servirlas con ensalada como plato único).

Pasamos la porción de masa por la harina y luego por el huevo batido con ayuda de dos cucharas. La escurrimos bien de huevo y la pasamos al plato con pan rallado. Con ayuda de una cuchara o de las manos (yo prefiero hacerlo a mano), damos forma a la croqueta cuidando que quede bien cubierta de pan rallado por todos lados.

Colocamos las croquetas de pollo sobre un plato y repetimos hasta terminar con toda la masa.

Para freírlas, calentamos el aceite de oliva, y freímos las croquetas cuidando que no se peguen unas con otras y que queden bien doradas por todos lados. No freír nunca más de 5 cada vez. Ponerlas sobre un plato con papel absorbente y luego pasarlas a un plato ¡A disfrutar!

Trucos y consejos

  • A mí me gustan las croquetas muy suaves, por eso uso estas medidas de leche y harina. Si te gustan más espesas, pon menos leche
  • La imaginación al poder: prueba a hacerlas de pollo tandoori
  • Dificultad: media
  • Tiempo de preparación: 40 minutos más tiempo e enfriado
  • Raciones: depende del tamaño de las croquetas

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